“Pobreza y desigualdad”: BID prevé crecimiento del 1% para América Latina este 2023

El Informe Macroeconómico 2023 presentado el pasado 19 de marzo por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desalentó todas las posibilidades sobre alcanzar cómodos niveles porcentuales de crecimiento económica para América Latina y el Caribe en este año, al revelar que la región apenas tocará un promedio del 1% en crecimiento.

Las proyecciones fueron presentadas por el Economista Jefe y Gerente General del Departamento de Investigación del BID, Eric Parrado, durante la jornada final de la asamblea anual del organismo en Panamá, con las que desmintió un alto crecimiento económico y valoró un “difícil” panorama para la región latinoamericana provocado por las “incertidumbres” en el escenario global.

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“En general, 2023 será difícil para América Latina y el Caribe, dada la complejidad del escenario global y sus importantes incertidumbres”, con un crecimiento de 1% si no surgen nuevas dificultades, explicó Parrado.

Los pronósticos del BID para la región se sitúan por debajo de las referencias económicas presentadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL). Para el FMI, América Latina y el Caribe crecerá en 1.8% este 2023, pero la CEPAL afirma que será el 1.3%.

Aunque existen variaciones entre las proyecciones de ambos organismos internacionales, lo cierto es que ninguna prevé un crecimiento de al menos el 2% para la región.

“Por el lado del crecimiento económico específico de América Latina y el Caribe lo que estimamos para el 2023 es que el crecimiento esté en torno al 1% (…), lo que para los desafíos de desarrollo de nuestros países es muy bajo”, agrega el sombrío informe del BID.

Crecimiento del 2% para 2024

No obstante, Parrado advirtió que las proyecciones del BID están sujetas a un posible descenso de hasta el 0% de presentarse algún “shock financiero” durante los siguientes meses, mismo que podría estar asociado a la “situación financiera de algunos bancos en Estados Unidos y en Europa”.

“Los países de América Latina y el Caribe se enfrentan a un año en el que puede que la demanda global esté deprimida —compensado parcialmente por la reapertura de China después de sus estrictos confinamientos relacionados con el covid— y a altos costos financieros” por el aumento de las tasas de interés, agrega.

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Para el BID, el panorama económico de este año “despierta el grave espectro del deterioro de la pobreza y la desigualdad“, no obstantes nuevos estudios macroeconómicos proyectan un crecimiento de hasta el 2% para el año 2024.

Para el nuevo presidente del BID, el brasileño Ilan Goldfajn, las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe para este año se ven ensombrecidas por “crisis superpuestas”.