Rolando Álvarez: “Quien vive en la venganza vive en su propio infierno”

Actuar en contra de los que no coinciden en pensamiento, ideología y modo de ver la vida, arremetiendo física y emocionalmente se convirtió en la realidad de todos los días en Nicaragua, ello puede conceptualizarse como venganza.

Un sentimiento destructivo, calificado así por religiosos, que alimenta el ego y fomenta el odio entre hermanos, vecinos, amigos, familias y sociedades.

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La venganza de conformidad a las palabras emitidas por monseñor Rolando Álvarez en su homilía de este domingo y apegado al dogma se vence con “amor y perdón”.

Considera que los ciudadanos son tentados por el “odio, la desesperanza y el miedo”, un tridente al que se le suma la venganza.

“El odio autodestruye, la desesperanza auto sepulta y el miedo paraliza, son tres armas demoniacas, no sedamos ante esos” pidió Álvarez.

#LoÚltimo ll El reo de conciencia de la dictadura tiene 79 años de edad y lo aqueja una hernia que no ha logrado ser operada además, de no contar con su intestino grueso. https://t.co/eSDmnkLLHe

— NicaraguaActual (@NicaraguaActual) February 19, 2022

Al referirse específicamente a la venganza, explicó que quien vive en ella, vive su propio infiero, por tanto, exhortó a perdonar las culpas de aquellos que actúan “contra nosotros”; pero es consiente que lograr perdonar no es una tarea fácil para el que sufre, para el que siente en carne propio dolor.

Cree que perdonar “en ocasiones puede resulta, incluso, heroico”, al respecto consiente que la cercanía a Dios forja paciencia, carácter y  templanza.

“Cada nicaragüense deberíamos preguntarnos: ¿Si estaría en nuestras manos la vida, el destino o el futuro de un adversario o de alguien que me a declarado como su enemigo, qué haríamos?, si tu respuesta es cualquiera de esas 4 tentaciones deberías cuestionar la vivencia de tu cristianismo” reclamó el obispo.

Hizo ver que ejecutar acciones implementando las tentaciones hace que “se corra el riesgo de hacer del cristianismo una caricatura”.

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Recalcó que “el amor, la esperanza, la libertad y el perdón” corresponden a la “verdadera paz”, “no la de los cementerios” explicó Rolando Álvarez, al tiempo que señaló que la paz que viene de Dios “no termina, es duradera, inquebrantable e invencible”.