Organismos denuncian en ONU que persisten tratos hostiles y persecución contra la iglesia católica en Nicaragua
“Mientras nosotros gozamos de libertad que nos ofrecen países otros países democráticos, en Nicaragua los religiosos y laicos y la población en general, están bajo asedio e impedidos de expresar la libertad religiosa”, denunciaron las organizaciones.
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Diversas organizaciones para la defensa de los derechos humanos nicaragüenses se unieron para denunciar ante la Organización de las Naciones Unidas los crímenes, ataques y persecución contra miembros de la iglesia católica de Nicaragua.
En la asamblea participaron la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, creadora del informe sobre la persecución a la iglesia, el Colectivo Nicaragua Nunca Más, entre otros, para mostrar su preocupación por la situación que impera en el país en contra de religiosos católicos.
La organizaciones denunciaron que desde abril 2018 a julio 2024 se han documentado 870 agresiones en contra
de la iglesia cristiana católica y más de 100 en contra de la cristiana evangélica. Estas hostilidades incluyen cierres arbitrarios de Organizaciones sin fines e lucro, medios de comunicación, universidades e institutos, proyectos y obras sociales cristianos, robos de bienes muebles, congelamientos de cuentas bancarias institucionales y particulares.
También han documentado amenazas de muerte, golpes, difamaciones, encarcelamientos a religiosos y laicos, con el objetivo de “aniquilar por completo la fe en Dios para continuar el proyecto de adoctrinamiento donde las figuras principales sean Daniel Ortega y su consorte”.
“La dictadura ha impuesto el silencio a clérigos y religiosas y aunque lo han cumplido fielmente, la persecución no ha cesado, sino que ha incrementado. Se han confiscado 19 edificios religiosos y con los cierres arbitrarios de OSFL
esta cifra incrementara estrepitosamente. 260 religiosos y religiosas han sido obligados a exiliarse, gran parte de ellos nicaragüenses que también han sido desnacionalizados contradiciendo los principios de los derechos fundamentales”, detalla la denuncia presentada ante la ONU.
Así mimo, delataron que alrededor de 9,688 actividades religiosas han sido prohibidas por miembros de la
Policía Sandinista. Con estas acciones han enviado un mensaje de odio y cero tolerancia a la libertad religiosa, cuyo resultado ha sido la expulsión de 14 congragaciones eclesiásticas y 22 medios de comunicación católicos fueron cerrados arbitrariamente.
“Mientras nosotros gozamos de libertad que nos ofrecen países otros países democráticos, en Nicaragua los religiosos y laicos y la población en general, están bajo asedio e impedidos de expresar la libertad religiosa”, según la denuncia, tres paramilitares destinados a vigilar permanentemente a los sacerdotes.
Políticas de destierro
Por otra parte, el Colectivo Nicaragua Nunca Más, enfatizó que en los últimos dos años, han sido procesados 52 laicos católicos y 13 líderes evangélicos. El pasado 5 de septiembre, 13 laicos católicos y 13 líderes evangélicos
fueron excarcelados y desterrados hacia Guatemala.
Además, 22 religiosos han sido “desnacionalizados” y declarados “traidores de la patria”, se han trasladado forzosamente a 53 sacerdotes hacia “El Vaticano” y Estados Unidos y 200 han sido impedidos de retornar al país.
“Este Colectivo ha identificado discursos de odio y agresiones contra sacerdotes, saqueos y destrucción de templos, amenazas de muerte, desnacionalización, destierro y apatridia de facto, cierre de colegios, universidades e instituciones educativas basadas en la fe, ello ha generado incertidumbre y temor en la población y laicos”, indican.