Ortega destituye a su eterno director del Instituto de Cultura, Luis Morales

El dictador Daniel Ortega arrancó su semana destituyendo a uno de sus hombres más cercanos y leales que inició en el poder al igual que él, en 2007. Se trata del codirector del Instituto Nicaragüense de Cultura (INC), el sandinista Luis Morales Alonso,  quien este 2024 cumplió  17 años en el cargo al igual que su jefe Ortega.

Mediante un Acuerdo Presidencial publicado este 5 de febrero en el diario oficial La Gaceta, Ortega puso fin al contrato que tenía con Morales desde 2007 y lo destituyó sin dar razones, y sin nombrar a un nuevo codirector del Instituto de Cultura.

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“Déjese sin efecto el nombramiento del compañero Luis Enrique Morales Alonso, en el cargo de codirector del Instituto Nicaragüense de Cultura, contenido en el Acuerdo Presidencial No. 01-2007”, reza la publicación oficial.

La destitución de Morales ya se rumoraba desde semanas antes, pero fue hasta este lunes que se confirmó mediante La Gaceta.

El ahora destituido funcionario sandinista inició al frente del Instituto de Cultura desde 2007, con dos ratificaciones de Ortega en el cargo: la primera en 2011 durante la primera reelección consecutiva del líder sandinista, y la otra en 2017, luego de la farsa electoral en la que Ortega y Murillo corrieron como la “fórmula presidencial” del FSLN.

Morales y su culpa en la represión de 2018

El ex funcionario nicaragüense ya tenía antecedentes dentro de las filas del Frente Sandinista (FSLN), cuando después de estudiar Museografía en México, en 1980 se regresa a Nicaragua para integrar el Ministerio de la Cultura durante el primer periodo presidencial de Ortega tras el derrocamiento de la dinastía de Somoza.

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En los últimos años, Morales fue un títere más del régimen sandinista por sus vínculos cercanos con la familia dictatorial. Desde sus funciones en el INC, se unió más íntimamente al diseño de modas y la ópera por su cercanía con Camila y Laureano Ortega Murillo, hijos de los dictadores sandinistas.

Siempre se ha mostrado abiertamente leal a Ortega, incluso en 2018, durante la campaña de desprestigio de la dictadura para contrarrestar las manifestaciones antigubernamentales, Morales hizo un “recuento de los daños al patrimonio cultural” acusando a las protestas cívicas de ocasionar estos daños.

“Queremos denunciar ante la comunidad internacional, ante la Unesco, los crímenes contra nuestra cultura. Esto va costar años reconstruirlo, y hay cosas que son irrepetibles, que se perdieron y no volveremos a recuperar”, denunció en ese momento.