Parroquia San Jerónimo nuevamente “rechaza” a la alcaldesa de Masaya como mayordoma de sus fiestas patronales

“Lista y alborotada”, así quedará nuevamente la alcaldesa sandinista de Masaya Yanina Noguera porque las autoridades religiosas de la parroquia San Jerónimo de Masaya no le otorgaran la mayordomía de estas fiestas patronales en honor al “doctor que cura sin medicinas”, “tata Chombo”.

Y este 15 de agosto se iniciaban oficialmente las fiestas patronales de “la ciudad de las flores” con la “pedida de licencia” una actividad tradicional donde la alcaldesa salía de su municipalidad y se dirigía con filarmónicos y grupos de bailes en medio de los estruendos de pólvora hasta la parroquia para pedirle permiso al párroco de iniciar dichas actividades patronales, pero este año nuevamente no fue así.

• Feligresía desafía al régimen y sale a las calles a celebrar la Gritería Chiquita

En un comunicado el párroco de la iglesia San Jerónimo aclara que esta actividad no se realizará.

“Al igual que en  los últimos años el padre José Antonio Espinoza, párroco de la parroquia San Jerónimo y presidente de la cofradía hace del conocimiento de todos, que no hay pedida de licencia en nuestro templo parroquial este 2023”, se lee en el comunicado.

Hasta el momento se desconoce si la dictadura a través de su sancionada policía sandinista dará el “aval” para que estas festividades en honor a San Jerónimo se realicen sin ningún problema y si su imagen pueda salir a las calles como marca la tradición, ya que en otros municipios de Masaya las procesiones de los santos patronos se han realizado dentro o fuera de las iglesias ante la negativa del régimen sandinista.

Mientras tanto en el mismo comunicado se informa que “se dará a conocer el programa oficial de nuestras fiestas de San Jerónimo a inicios de septiembre” y piden a la feligresía estar “unidos en oración”.

• Dictadura defenestra a otro alcalde de Rivas por supuesta malversación de fondos

Donde sí se otorgó un permiso para que el santo patrono saliera a las calles fue en Managua porque las autoridades de la iglesia de santo Domingo de Guzmán negociaron con la alcaldía capitalina el “aval” de estas festividades agostinas.

Según su párroco un cercano a la dictadura “fue por la capacidad de conversar”.