Responsabilizan al Ejército de Nicaragua por masacres en comunidades indígenas y afrodescendientes

El activista nicaragüense Amaru Ruiz, defensor de los derechos ambientales y de los pueblos indígenas y afrodescendientes de Nicaragua, acusó al Ejército de Nicaragua de ser el responsable de la violencia generada por los invasores de tierras llamados “colonos” en comunidades rurales de la Costa Caribe del país. 

Ruiz señaló que la institución militar ha sido cómplice de las bandas invasoras que asesinan a las comunidades indígenas, pues nunca reportan la captura y el desmalentamiento de estas agrupaciones armadas.

“El Ejército cuida más a las vacas que a las comunidades indígenas y afrodescendientes de Nicaragua pese a que son territorios militarizados”, por tanto, debido a su omisión a esta grave situación, los convierte en “responsables de la violación en esos territorios”, expresó el activista.

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El defensor de los derechos ambientalistas, recalcó que el Ejército “se ha olvidado de su responsabilidad de salvaguardar la seguridad en las aéreas rurales”, mientras las autoridades policiales y la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, guardan silencio y no se han pronunciado sobre las masacres en los colectivos indígenas.

Para el activista, es preocupante que este organismo militar continúe siendo cómplice de estas “bandas paramilitares y del asedio que ocurre en estas comunidades”.

Último ataque

El pasado 10 de abril se registró un enfrentamiento armado entre bandas de colonos que dejó a uno de ellos muerto en la comunidad de Sangnilaya, territorio de Twi Yahbra, municipio de Puerto Cabezas.

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Según reportes de medios locales, el fallecido fue identificado como “Cuajipal”, quien era uno de los líderes de los cinco grupos armados de colonos responsables de tomar ilegalmente tierras de las comunidades SIPBAA (Sangnilaya, Il Tara, Butku, Panua, Auhya Tara y Auhya Pihni).

Miles de comunitarios indígenas y afrodescendientes se han visto obligados en abandonar sus tierras y migrar dentro o fuera de Nicaragua, tras huir de la violencia y masacre generada por colonos apoyados por el Ejército Sandinista.