“Acojan el amor de Jesús”: el consejo de Monseñor Silvio Báez a empresarios cómplices de crímenes

Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, meditó este domingo en el evangelio de San Lucas que relata el encuentro entre Jesús y Zaqueo, quien era “jefe de los cobradores de impuestos y rico”. Era un corrupto y un deshonesto, odiado, despreciado por la gente y considerado un pecador público.

Monseñor Báez refirió que pese a que el personaje bíblico de Zaqueo era muy odiado y depreciado por la gente por su corrupción, “quería ver quién era Jesús, quizás con la esperanza de encontrar en él algo diferente que le ayudara a cambiar de vida”.

“Zaqueo, baja deprisa, pues hoy debo alojarme en tu casa”, cita Monseñor Báez las palabras de Jesús y agrega que en la lógica humana un pecador como Zaqueo no merecía recibir al Maestro en su casa, no era comprensible que se hospedara en la casa de un pecador porque la lógica de Dios es distinta, porque Él es misericordioso.

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El jerarca católico compara a Zaqueo con los ricos y empresarios que han sido cómplices de los crímenes de los poderosos, aunque el personaje bíblico se arrepiente y actúa con caridad y justicia: decide compartir sus bienes con los pobres y va a restituir cuatro veces más a quienes ha robado.

“Hoy hay muchos ricos como Zaqueo, que viviendo al amparo del poder, han aumentado sus riquezas y se han hecho cómplices de los crímenes de los poderosos. Hoy a ustedes, los ricos, a los empresarios, los que deciden en el mundo de las finanzas, va dirigida esta buena noticia de salvación. Ustedes también son amados por Jesús. Abran su corazón a Jesús y dejen que su amor les haga ver todo distinto”, fue el llamado de Monseñor Silvio Báez a los ricos y empresarios corruptos.

Así mismo, les anima a acoger el amor de Jesús para que descubran lo triste que es una vida en donde todo gira en torno a la ganancia económica y se den cuenta de que se han olvidado de la dignidad de las personas y de su responsabilidad histórica para construir una sociedad justa y libre.

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“Todavía hay esperanza para ustedes. Todavía pueden acoger a Jesús en su casa y en su corazón, como Zaqueo, optar por la caridad, la justicia, la defensa de los derechos humanos. De este modo podrán colaborar en la construcción de una nueva sociedad, en donde se actúe con solidaridad hacia los más pobres, se respete la dignidad humana y se busque en todo el bien común y la justicia”, enfatizó el líder católico.