Observatorio Urnas Abiertas revela cómo opera el terror en Nicaragua

El informe “Nicaragua: entre el fraude y el terror”, presentado este miércoles 29 de junio por el observatorio Urnas Abiertas, es descrito como una breve relatoría de cómo opera el terror en Nicaragua y los nuevos actores represores del régimen.

El documento es la primera entrega que presenta el organismo en el marco del proceso de elecciones municipales en 2022 y pretende describir brevemente la situación de Derechos Humanos en Nicaragua, demostrando la continuidad de la violencia política y la persistencia del estado de terror que ha sido posible por la perpetuación en el poder del régimen sandinista, consolidado a través del fraude electoral de 2021.

Definen a la relatoría como un esfuerzo para registrar el panorama político, social y de derechos humanos de Nicaragua en la coyuntura de estas elecciones, la cual está estructurada en tres capítulos.

Capítulo 1: Situación general de los Derechos Humanos en Nicaragua, Capítulo 2: Nuevas formas de violencia política y de terror y Capítulo 3: Operadores del terror.

11 nuevas formas de violencia política y de terror en 2022

Urnas Abiertas indica que aunque la principal forma de violencia política en los primeros 5 meses del año se ha focalizado en el asedio y persecución, refieren que reportes ciudadanos recibidos, señalan nuevas formas de ejercer violencia que tienen el objetivo de ejercer un control totalitario sobre la ciudadanía, incluyendo a personas opositoras, simpatizantes sandinistas, trabajadores del estado y ciudadanía en general.

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Las nuevas manifestaciones de violencia política documentadas por Urnas Abiertas son: represión migratoria; negación de documentos; extorsión fiscal; represalias administrativas contra grandes, medianas y pequeñas empresas; represalias con beneficios sociales y servicios públicos.

Resaltan además, como otra nueva forma de violencia, la persecución al sector cultural y a la iglesia católica, la eliminación de la autonomía universitaria, el control sobre militantes sandinistas y funcionarios públicos y la migración forzada.

Operadores del terror

El organismo documenta que, entre enero y mayo de 2022, se observó una leve disminución en la participación de sujetos y grupos armados (policías, militares y paramilitares) en la ejecución de los hechos de violencia política registrados, lo que a su vez ha dado pie a la participación de otros actores institucionales en la estrategia represiva.

Aunque los agentes policiales siguen constituyendo los principales operadores de la represión, a través de la ejecución de hostigamiento, detenciones arbitrarias, allanamientos, confiscaciones y otro tipo de agresiones, el organismo ha identificado otros operadores no armados, en su mayoría institucionales, como: Sistema Penitenciario, Sistema de Justicia, Asamblea Nacional y la Dirección de Migración.

El escenario previo a las municipales

El informe indica que las autoridades electorales todavía no convocan a elecciones municipales de forma oficial, a pesar de que faltan 4 escasos meses de realizarse los comicios.

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“Desde Urnas Abiertas se ha señalado que los tiempos de convocatoria de elecciones municipales han venido disminuyendo, de un año a 6 meses desde que Ortega regresó al poder”, resalta el organismo en este capítulo.

La reforma a la Ley Electoral-advierte Urnas Abiertas- permite un mayor control sobre el proceso electoral, limita la fiscalización ciudadana y contradice las recomendaciones realizadas por organizaciones de la sociedad civil y organizaciones políticas e internacionales.

Para el observatorio, el horizonte electoral-municipal para este 2022 no es favorecedor en tanto y cuanto no se observen cambios en las condiciones democráticas necesarias para realizar comicios legítimos.

Afirma que el retroceso democrático de Nicaragua antecede la crisis sociopolítica que estalló en 2018.

La corrupción y el fraude- para el organismo- son la antesala perfecta hacia el autoritarismo y el terror político materializado en múltiples formas de violaciones a derechos humanos que ha venido ejecutando el Estado de Nicaragua de manera sistemática y generalizada contra la población civil.

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“Desde Urnas Abiertas reiteramos que Nicaragua necesita un proceso electoral
creíble, íntegro y legítimo. Insistimos en la importancia del restablecimiento de las
condiciones democráticas las cuales incluyen la liberación de las personas
detenidas, cesar la represión, la violencia política y el estado policial”, exige el organismo.

Piden la reestructuración del Consejo Supremo Electoral (CSE) para que exista la garantía de que funcione de forma totalmente independiente, transparente y responsable y garantizar la observación nacional e internacional independiente, fidedigna y creíble, incluyendo observadores en materia de Derechos Humanos como la CIDH y Oacnudh.