Rosario Murillo enardecida dice que líderes católicos no tienen derecho de alzar la voz

Enardecida, así vociferó este mediodía la sancionada Rosario Murillo en contra de los líderes de la iglesia católica, porque, supuestamente, no tienen ningún derecho a “alzar la voz”; al mismo tiempo que hizo referencia, entre líneas, al informe publicado sobre los 330 mil casos de abusos o violencia sexual sobre menores o personas vulnerables, ocurridos desde 1950 en la Iglesia francesa.

“Sin ningún pudor, sin una expresión de pena, de desvergüenza, levantan la voz, cuando no tienen ningún derecho de alzar la voz después, además, de todo lo que han hecho en este país y todo lo que hicieron, pretendiendo destruirnos desde el odio y bendiciendo al terrorismo criminal”, dijo Murillo en referencia a las protestas sociales en 2018.

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Al mismo tiempo, Murillo, señaló que la Iglesia tiene “techo de vidrio”, por lo cual considera que no tienen “derecho” a levantar la voz.

Murillo es señalada de cómplice por acuerpar a Daniel Ortega, ante la denuncia por violación sexual que hizo su hija Zoilamérica en contra de Ortega en 1998; un caso donde jueces sandinistas declararon la prescripción del delito.

“No engañan a nadie esos rostros (…) hacen gestos que le desfiguran el rostro (…) Hay una información en el mundo de conocimiento generalizado de quienes han venido perdiendo tanto con tantos actos repudiables, vergonzosos, que llaman a la ira, a la condena y a la vergüenza. Yo digo, si uno tiene semejante techo de vidrio, debería saber lo que dice, porque debería estar consciente de cómo se pone cada uno de esos personajes (…) Cómo,es más bien prototipo de una vergüenza mundial y de una condena mundial, pretenden avergonzar a otro cuando son ellos los dueños de la vergüenza generalizada por acciones atroces, repudiables en todo el mundo”, dijo Murillo en su alocución.

Al mismo tiempo, la vicepresidenta, advirtió que “ningún alborotador sin moral” puede pretender volver a revivir, en referencia a las protestas sociales en 2018.

“Se disfrazan, se disfrazan de pastores, se disfrazan de persona de bien cuando en realidad, dentro del corazón, viven una infinita desgracia, que es la carencia de amor, la incapacidad para amar al prójimo, (…) Hipócritas, no pueden, porque, ni pudieron ni podrán seguir envenenando corazones en esta patria bendita y seguir siendo protagonistas del odio infernal, porque el odio es infierno para quienes lo padecen y para quienes pueden contaminarse de ese infierno, de esas llamas”, manifestó.

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