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  • 11:06 am
  • Ene 20, 2025

Diputado Wálmaro Gutiérrez: “Cuando la Constitución habla, el ciudadano calla y acata”

El diputado sandinista manifestó que con el nuevo “Estado Revolucionario”, los poderes dejarán de ser poderes y pasarán a ser órganos que trabajarán en coordinación y al servicio de los dictadores sandinistas.

Diputado Wálmaro Gutiérrez: "Cuando la Constitución habla, el ciudadano calla y acata"

Diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez

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El diputado sandinista, Wálmaro Gutiérrez, reveló durante una entrevista que “La separación de poderes en Nicaragua no existe, porque el poder no se puede dividir”, además se refirió sobre las reformas a la Constitución Política y la figura de la copresidencia en el país.

Para Gutiérrez, los Poderes de Estado “no se pueden repartir como si fueran un botín de guerra”, por tanto, con las reformas constitucionales los “poderes dejan de ser poderes, sino órganos del Estado”, es decir subordinados a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

“El Estado nicaragüense y en este caso el órgano Ejecutivo desarrolla una función de coordinación al resto de órganos del Estado y una de las grandes novedades que tiene esta reforma constitucional”, explicó el diputado.

Es decir, aunque la dictadura sandinista se empeñe por vender la idea que las reformas son para mejorar la situación política y social del país, estas eliminan el principio de la democracia, independencia y autonomía de los poderes e instituciones que podrían haber evitado la instauración de una nueva dictadura.

Aunque básicamente es una centralización del poder en Nicaragua, Wálmaro Gutiérrez se contradijo al afirmar que “la presidencia de la República va a desarrollar una coordinación armónica con el resto de órganos del Estado, Legislativo, Electoral, Judicial y de control, pero eso no significa que nosotros desarrollamos un vínculo de subordinación y mucho menos de subrogación”.

“…aquí vos no ves a la presidencia de la República con facultades legislativas o impulsando procesos electorales, juzgando o dando sentencias, o realizando actividades que le competen a un tribunal de cuentas o una Contraloría General de la Republica, cada uno de los órganos del Estado tiene su propia responsabilidades y facultades”, explicó.

“Sanciones no tienen validez”

En cuanto a las sanciones o peticiones de sanciones impulsadas por otros gobiernos internacionales, Wálmaro Gutiérrez explicó, de acuerdo al artículo 5 de las reformas a la Constitución, estas no tienen validez alguna en la política y economía del país.

“Cuando la Constitución habla, el ciudadano calla y acata”, dijo el diputado sandinista en referencia a ningún nicaragüense o gobierno extranjero deben opinar sobre la política interna del país por la nueva Carta dice:

“Ninguna mediada violatoria del derecho internacional tomada por Estados, grupos de Estados o gobiernos extranjeros en contra de instituciones, funcionarios y/o personas nicaragüenses tendrán validez para el Estado nicaragüense que tiene el derecho de tomar las medidas que sean necesarias para proteger su soberanía nacional. El fortalecimiento del Estado de derecho pasa por un fortalecimiento de la soberanía, la autodeterminación de los pueblos y esta constitución política que es el epítome de la defensa de la soberanía nacional y está reflejado en el articulo 5”, enfatizó.

Es decir, el régimen de Nicaragua se reserva el derecho de responder a las denuncias, demandas y solicitudes por organismos de derechos humanos y gobiernos extranjeros sobre la situación política del país.

Coperesidencia 

Entre otros temas, el funcionario al servicio de la dictadura sandinista, se refirió a la figura de la coopresidencia en el país respecto a las reformas constitucionales, donde pone a Rosario Murillo en igualdad de poder con Daniel Ortega.

“Aquí no estamos jugando, aquí estamos hablando en serio cuando decimos que vamos a llevar a rango constitucional el principio de igualdad y el principio de equidad”, aseguró.

“Hoy en día estamos reconociendo el rol protagónico de la mujer nicaragüense y que tiene el mismo derecho de los varones para poder participar en todos los niveles en el ejercicio del poder público, por lo tanto, a partir de esta reforma constitucional será una garantía del pueblo nicaragüense que en la presidencia de la República, además de ver a un varón, vas a ver a una mujer en igual de condiciones ejerciendo la presidencia de la Republica”, puntualizó.

Este nombramiento disfrazado de “igualdad”, busca resolver la sucesión dinástica de la familia Ortega Murillo, según opositores.

La oposición nicaragüense concuerda que con las nuevas reformas, Daniel Ortega está asegurando el poder luego de su fallecimiento y así garantizar el nombramiento de “dedo” a Murillo como Presidenta y Laureano Ortega como vice presidente.

Reformas cumplen los caprichos de Murillo

Las nuevas reformas constitucionales “cumplen los caprichos de Rosario Murillo”, asegura el líder estudiantil y excarcelado político Lesther Alemán, “este texto resume las frustraciones que tiene Murillo y su familia para poder lograr lo que no se hubiese podido lograr en las reglas claras y reales del juego político”.

También indicó que con la iniciativa Ortega le está facilitando el camino a Rosario Murillo para que lo suceda en la presidencia.

“Estamos ante un Ortega que cede terreno, permite hacer constitucional lo que Rosario Murillo ya ha hecho, es decir, el nombramiento de co-presidenta es exactamente facilitar el camino a Murillo que carece competencia y habilidad para ganar cualquier proceso electoral, legítimo, creíble y libre”, dijo Alemán. Añadió que este mismo modus operandi aplica a los otros familiares que integran la tiranía de Nicaragua.

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