Sacerdote: “El poder de los opresores es temporal y tarde o temprano se les pasará la cuenta”
El reverendo Marcos Somarriba, de la Iglesia Santa Agatha en Miami, expresó que los dictadores “están muertos en vida”, ante el poder de Dios.

A la izquierda Rev. Marcos Somarriba, a la derecha la ilegal pareja presidencial de Nicaragua
- nicaragua actual
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En dictaduras una iglesia que aboga por la justicia y verdad incomoda a los que sentados en la silla del poder creen tener la potestad de aniquilar a cualquiera, infirió el religioso Marcos Somarriba.
Desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Estados Unidos, donde se reúne una significativa comunidad de exiliados nicaragüenses, el pastor acusó a los criminales de lesa humanidad de perseguir a la iglesia.
“La fe y las prácticas religiosas pueden motivar y sustentar esfuerzos hacia una sociedad más justa e inclusiva y ésta es la razón por la cual atacan y exilian a todas aquellas personas que no se someten a sus maquiavélicas manipulaciones”, apuntó Somarriba.
Ante ese escenario recomendó el poder de la unidad y no habló de solo aquella terrenal, pidió una unidad espiritual con Dios.
Considera se persigue “el cuerpo y la sangre de Cristo” en medio de una lucha contra fuerzas malignas por ello, recurren a cercar los espacios de poder divino, de devoción y de fervor.
Dictadores “muertos en vida”
Una vida llena de desolación y perturbaciones es la que caracteriza a los ejecutores del terror, que aplacan la disidencia con la más abrupta violencia y se muestran indoblegables, pero la realidad que los abruma es otra.
“Dictadores sin escrúpulos, muertos en vida”, dijo el religioso.
El reverendo Marcos Somarriba hizo mención del significado de la pascua, afirmando que es igual a la “liberación de los oprimidos”, aquellos que sueñan volver a su patria y verla sin ataduras.
“Todo llega a su fin, nadie es eterno, Dios siempre tendrá la última palabra.
Sin embargo, en la tierra, continuó diciendo queda la solidaridad entre las víctimas y la sólida resistencia de la sociedad; por que el poder de los opresores “es temporal y tarde o temprano se les pasará la cuenta de sus abusos de lesa humanidad”, finalizó el padre.