Argentina no nombrará embajador para Nicaragua

Tal y como lo prometió el recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei, que de ganar las elecciones rompería relaciones diplomáticas con la dictadura de Nicaragua, este martes se dio a conocer que el mandatario giró una orden a su Ministra de Exteriores no nombrar a un nuevo embajador para el país Centroamericano.

La notificación fue confirmada por el diario argentino El Clarín, quien reveló que esta misma medida podría ser aplicada a las dictadura de Cuba y Venezuela, acusadas por la comunidad internacional de cometer crímenes de lesa humanidad.

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Según la publicación, la embajada de Argentina en Nicaragua trabajará bajo la figura de un encargado de negocios, hasta el momento no se ha revelado quién ocupará este cargo.

Cabe mencionar que el último embajador de Argentina en Nicaragua fue Daniel Capitanich, designado por el saliente presidente de izquierda Alberto Fernández, quien fue duramente criticado en su país por haber participado en un acto oficialista de la dictadura de Ortega Murillo junto al iraní Mohsen Rezai, quien estuvo involucrado en un ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó más de 80 muertos y más de 300 heridos en julio de 1994, por ende, tiene orden de captura por la Interpol.

Ortega retira a su embajador 

La respuesta del ultraderechista ocurre semanas después que la dictadura sandinista ordenara el retiro de su representante en Argentina a inicios de diciembre, por las «reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes» en contra de los Ortega Murillo.

El malestar de Ortega contra el mandatario argentino ocurre luego que Milei excluyera a Nicaragua de su toma de posesión el pasado domingo 10 de diciembre, y por las reiteradas denuncias por parte del diplomático que en Nicaragua hay una dictadura opresiva violatoria de derechos humanos.

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Su primera demanda oficial, fue realizada durante la sesión ordinaria del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) este lunes, donde expusieron que el tema de las sanciones o la cooperación económica entre países no debe privar ante las violaciones de derechos humanos que se cometen a diario en el país, bajo el dominio de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.

«Argentina no aceptará que se invoque la soberanía, consideraciones de desarrollo ni las sanciones económicas como justificación de los Estados para no garantizar la plena vigencia de los DD.HH. Lo Estados tienen la responsabilidad de promover el respeto de los DD.HH. conforme a las obligaciones internacionales que han aceptado de forma voluntaria», dijo el representante de Argentina en la ONU.