• Managua, Nicaragua
  • 4:21 pm
  • Jun 9, 2022

Jueza orteguista admite acusación y decreta prisión preventiva contra sacerdote de Nandaime

María Graciela Monterrey Vélez, juez orteguista del Juzgado de Distrito Penal de Adolescentes y Especializado en Violencia de Granada, admitió la acusación y decretó prisión preventiva contra el sacerdote Manuel Salvador García, párroco de la Iglesia Jesús Nazareno de la ciudad de Nandaime. Durante la audiencia preliminar el Ministerio Público acusó al religioso por el […]
Sacerdote Manuel Salvador García y Martha Candelaria Rivas
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María Graciela Monterrey Vélez, juez orteguista del Juzgado de Distrito Penal de Adolescentes y Especializado en Violencia de Granada, admitió la acusación y decretó prisión preventiva contra el sacerdote Manuel Salvador García, párroco de la Iglesia Jesús Nazareno de la ciudad de Nandaime.

Durante la audiencia preliminar el Ministerio Público acusó al religioso por el supuesto delito de violencia física en contra de la ciudadana Martha Candelaria Rivas Hernández de 57 años, quien asegura que mantenía “una amistad íntima” con el acusado.

La fiscalía secundó las palabras de Candelaria, quien denunció por violencia física al religioso, durante el tiempo que mantuvo una relación con él.

En esta audiencia la juez fijó para el 17 de junio la audiencia inicial donde determinarán si existen suficientes elementos para que el acusado sea remitido a juicio oral y público.

Cabe destacar que el religioso fue asistido por una defensora pública al no tener un abogado como representante.

En horas de la tarde del pasado 2 de junio, medios oficialistas circularon que el religioso se encontraba en prisión preventiva por el supuesto delito de lesiones graves en perjuicio de Rivas Hernández, quien horas antes apareció dando su testimonio en exclusiva a medios oficialistas, sobre lo ocurrido la noche del 30 de mayo en el templo católico de esta localidad.

Varios videos en redes sociales revelaron que el sacerdote era asediado por agentes policiales quienes presuntamente fueron alertados por pobladores luego de escuchar gritos de una adolescente en el atrio de la iglesia.

El religioso parecía exaltado cargando un machete mientras discutía con los vecinos, quienes minutos antes intentaron ingresar al templo, según la narración de la fémina.

Rivas Hernández, quien se identificó como “amiga íntima” del sacerdote, narró que llegó de visita junto a sus hijos, una adolescente de 15 años y un niño de 11, y empezó a tomar licor con el religioso, quien le propinó un golpe en el pómulo derecho por accidente con un candado, y por lo cual su hija salió gritando pidiendo ayuda porque no paraba de sangrar.

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