Mochila de periodista: exilio, duelo y mucho agradecimiento
Nicaragua Actual, nació en esos momentos donde todavía se podía informar desde adentro de Nicaragua. Este medio digital hoy camina a pasos lentos, pero nuestro trabajo es muy importante: sumar para vencer la censura en Nicaragua.

- Gerall Isaac Chavez Nicaragua
Eran las 4 de la mañana del 30 de diciembre 2018, me encontraba en mi cama y recordé que era el momento de alistarme para salir de Nicaragua. No sabía qué pasaría, a qué me enfrentaría y ni siquiera cuándo estaría de regreso. La prioridad era salir del país para “estar a salvo”.
Me levanté para tomar un baño. En ese momento mi madre se despierta, estoy seguro que no había dormido al igual que yo. Terminé de alistar en un bolso unas 4 camisetas y tres pantalones, los únicos zapatos los llevaba puestos. En esa mochila metía mis sueños y la etapa más importante de mi carrera, cuando logré, después de muchos intentos, estar en la televisión y un medio de referencia nacional: el sueño de muchos estudiantes de periodismo o periodistas recién egresados.
En esa mochila también llevaba el recuerdo de mi familia, amigos y todos aquellos que creían y se enorgullecían de mí cuando me miraban en la Tv haciendo periodismo.
La mochila negra estaba rota en algunas partes, dañada por el mucho uso, pero era muy fuerte por todo lo bueno que creí haber hecho con mi profesión. Ahí cargaba un celular, un micrófono para el teléfono, mi pasaporte y la cédula de identidad, esas entre otras de mis pertenencias más importantes que llevaba conmigo al exilio.
En esa misma mochila pequeña también llevaba mis años de experiencia en el periodismo, mis vivencias en la universidad y todo el aprendizaje que adquirí. En ella también cargaba la dignidad de aquellos periodistas nicaragüenses a quien el régimen de mi país Nicaragua nunca les pudo quitar ni dejaron de informar y de estar con el pueblo que sufría, que necesitaba denunciar y ser escuchado.
Creyendo en un retorno muy cercano, salí de mi casa luego de una oración que hicieron mis hermanas, mi papá y mi mamá; una de las oraciones más sinceras, conmovedoras, consoladoras, pero a la vez muy triste. Me fui confiando en que llegaría bien a Costa Rica; país al que ingresé de forma irregular después de las 7:30 de la mañana de aquel domingo 30 de diciembre del 2018; día en que decidí por consenso familiar resguardarme en ese país, para no convertirme en un periodista preso, silenciado o hasta asesinado, como le pasó a mi colega Ángel Gahona, cuya muerte sigue impune.
En el recorrido pasé por un puesto militar ubicado en territorio nicaragüense que se encuentra en el límite fronterizo. Fueron los minutos más largos y tensos que he vivido saliendo de mi país que amo. Llevaba una chaqueta con gorro y lentes oscuros; según yo para despistar a militares que requisaban a los que pasaban por ahí.
Días antes la dictadura sandinista había encarcelado a los periodistas Lucía Pineda Ubau y Miguel Mora. Su televisora 100% Noticias fue asaltada por Manu militari. Al día siguiente los sandinistas circulaban una foto pidiendo cárcel para mí. Varios de mis contactos, amigos, trabajadores del Estado y hasta policías me confirmaban las intenciones que tenían de meterme a la cárcel.
Nicaragua Actual
Desde este exilio, junto a otros colegas Héctor Rosales, Yelsin Espinoza Reyes, Leticia Gaitán y Ulises Mendienta desafiamos hasta lo que creíamos imposible para seguir informando. Un primero de marzo fundamos el medio digital Nicaragua Actual. Empezamos con un celular, un micrófono que aún conservo, y un trípode que sostuvimos con un vaso de concreto. Desde ese entonces han transcurrido ya seis años y hemos crecimos mucho.
Nicaragua Actual, nació en esos momentos donde todavía se podía informar desde adentro de Nicaragua. Este medio digital hoy camina a pasos lentos, pero nuestro trabajo es muy importante: sumar para vencer la censura en Nicaragua.
Actualmente la represión dictatorial es peor, dar la cara frente una cámara y denunciar a la dictadura Ortega Murillo no es fácil, pero vale la pena, porque estamos en el lado correcto de la historia.
Cada vez que entrevistamos, informamos y nuestro contenido obtiene miles de reproducciones es algo muy satisfactorio para nosotros. Esto es una muestra que la gente nos ve, se informa, aunque no comenta, ni comparte porque existe miedo.
Pese a esto, la dictadura no nos ha podido arrebatar el derecho de informar gracias a que existe el Internet. Ahora nuestra meta es conseguir llegar a otros 800 suscriptores para alcanzar los 100 mil en Youtube. De lograrlo seríamos el primer medio nacido en el exilio que obtenga una placa de YouTube, todo esto gracias a ustedes que han creído en nosotros.
Nuestro agradecimiento a todas las personas que han sido parte de este proyecto no cabe en esta página. Aquellas personas que nos compartieron un plato de comida para alimentarnos, aquellos que se despojaron de lo poco que tenían para compartir con otros, los abrazos de apoyo de la gente, o la señora que nos regaló un televisor cuando apenas sólo teníamos una computadora, o aquella familia que nos pagó el internet por muchos meses, que nos regaló nuevos equipos de audio para usar siempre que viajamos para que nos vean miles de personas. Nuestro agradecimiento también a aquella señora que religiosamente nos mandaba 100 dólares que dividíamos entre 5 personas.
El exilio y la apatridia
Estar exiliado en Costa Rica ha sido muy difícil. Vivir desde lejos la trágica pérdida de mi mejor amiga fue lo más terrible, luego la muerte de mi abuela, pero aquí sigo.
Pese a lo duro que es el exilio hoy ya no duermo en el piso en aquella cama inflable, tengo una cama y hasta un cuarto cómodos solo para mí. He tenido las finanzas para pagar la renta y la vida me ha permitido viajar mucho. Increíblemente he viajado por varios países, menos a mi propio país, Nicaragua, y eso duele bastante. Si pudiera cambiar cualquier destino por un aterrizaje en Managua sería feliz. Una mezcla de sentimientos me vienen cuando paso y veo desde un avión las montañas, las costas y volcanes que dan un paisaje desde el cielo y que me emociona ver cada vez que vuelo. Pero sé que aún no puedo volver.
En represalia por mi trabajo como periodista, la dictadura sandinista al mando de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ordenaron a la alcaldía de El Rosario Carazo, así como a Migración y Extranjería del Ministerio del Interior, negarme renovar pasaporte y certificado de nacimiento, estos dos documentos de identidad, de los cuales tengo todo el derecho como ciudadano nicaragüense.
Al igual que yo a muchos de mis colegas periodistas han sido víctimas de estos mismo atropellos, les han negado el derecho de renovar sus pasaportes, a otros se los han quitado en los puestos fronterizos, terrestres y aero. Un acto violatorio a nuestros derechos, con el fin de callarnos.
Esta acción de la dictadura sandinista me convierte en un nicaragüense apátrida de facto, ya que mis documentos de identidad de Nicaragua no me los quieren entregar, quedando en el limbo, estas acciones evidencian la grave situación que vive Nicaragua. Con dos tiranos que violan nuestros derechos, persiguen, cierran y confiscan medios de comunicación.
A mis colegas y amigos gracias en este Día Nacional de las y los periodistas.