Padre Ramiro Tijerino: Los poderes terrenales se someterán y caerán porque lo dice la Palabra de Dios

La homilía en honor a Cristo Rey del Padre Ramiro Tijerino, vicario de la Diócesis de Matagalpa, enfatizó sobre el Reino de Cristo y los reinos terrenales, estos últimos sostenidos por aduladores que son cómplices de la mentira, la injusticia y la maldad.

El líder católico afirmó que ningún rey de esta tierra, ningún poder terrenal puede subsistir sin gente que lo adula e igual de perverso puede ser el reinado del que está “encaramado” en el trono como el de aquellos aduladores que están alrededor “enflorándole su altar”.

“Estos judíos que están alrededor de Pilatos, oigan, no puede subsistir ningún poder terrenal sin seres humanos que lo alimenten y es terrible eso. Es terrible, saben porqué? Porque lo que entonces se está haciendo es promoviendo ese reinado de injusticia, promoviendo ese reinado de maldad”, enfatizó el religioso.

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Agregó que el lugar donde el Señor, verdaderamente, quiere reinar es en el corazón del hombre, dónde se libran las peores batallas, donde se da tanta lucha en el interior del ser humano entre el bien y el mal.

Asimismo el líder católico enfatizó que entre arrodillarse ante los poderes de este mundo, ante perder la dignidad por aplaudir a soberanos temporales,no importando vender la propia dignidad o no doblegarse ante nadie más que ante Jesucristo, el Rey del Universo, se necesita vaciarse de sí mismo, porque ahí en el corazón es donde hay muchas cosas que quieren tomar el poder, la ambición, la soberbia, el odio y el afán de tener.

“Está entonces nuestro corazón a veces dividido y esta nuestro corazón, entonces a veces como un campo de batalla tremendo, porque este reino, oigan, como su rey es humilde, es la misma humildad, sus seguidores, sus discípulos también tienen que ser humildes”, enfatizó.

Reinado de Cristo no es con vara de hierro, cadenas, golpes ni leyes injustas

El Padre Ramiro Tijerino hizo énfasis en que el Reino de Cristo Rey es un Reino de verdad, de justicia y de paz es un Reino de amor y no de leyes injustas.

“Esa es la diferencia, mis hermanos, entre el reinado de Cristo, que no reina con vara de hierro, que no reina con cadenas, que no reina con golpes, con leyes injustas, no, que no quiere imponer las cosas, no, sino con el amor y es ante ese Rey que nosotros decimos:  Te sirvo Señor, te sigo Señor pero si te proclamo como Rey y creo que todos aquí lo proclamamos porque gritamos Viva Cristo Rey! es para decirle también a los poderes del mundo que no nos sometemos ante ellos, que  somos libres porque nos ha liberado Cristo y que entonces rechazamos todo tipo de cadenas, todo tipo de injusticia, no nos gusta, no va con nosotros”, expresó Tijerino.

El líder católico explicó a la feligresía presente que toda persona ha nacido para ser libre y para ser libre les ha liberado Cristo y es por eso que cuando se siente que se está actuando como esclavos, las personas se sienten tan mal.

“Díganme si no, díganme si no nos sentimos tan mal cuando el pecado nos somete una, otra, otra vez, otra vez y nos sentimos tan mal con nosotros mismos y decimos Ala! pero si no es esto a lo que lo que el Señor me ha traído, si el señor lo que quiere es que yo sea libre, si el señor lo que quiere es que yo sea feliz. Por qué estoy viviendo así? Por qué estoy tan atado a tantas cosas? Por qué soy esclavo de tantos reinos y tantos poderes y tantos reyes?”, dijo el sacerdote.

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Les recordó que cuando el Señor en su muerte, en su resurrección, ha vencido al pecado, ha vencido a Satanás, para que los seres humanos puedan gozar de la libertad que les trae el Reinado de Cristo, para gozar del ser hijos de Dios con dignidad, no hay que vivir como esclavos.

“Por qué voy a vivir sometido cuando el Señor nos ha traído la libertad? Eso es celebrar mis hermanos a Cristo Rey, proclamar al Señor como el único Señor, como el único y verdadero y todos los demás poderes terrenales, llegará un momento, que se someterán y que caerán porque es así, no porque lo diga yo, porque lo dice la palabra”, concluyó en su homilía.