Monseñor Silvio Báez llama a no desanimarse y a rebelarse espiritualmente contra la falsa normalidad impuesta por el opresor

En su reflexión de este domingo 13 de agosto en la Iglesia Santa Agatha de Miami, Estados Unidos, el obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio José Báez, meditó en el pasaje bíblico de San Mateo, donde cita el momento en que la barca en la que iba Jesús y los discípulos fue violentamente sacudida por las olas y el viento.

“Aquella pequeña barca en que los discípulos navegaban es imagen de la vida humana. Todos vamos en la vida como navegando en alta mar. Las olas amenazantes son imagen de los desafíos y obstáculos que enfrentamos cada día. Los momentos de incertidumbre, las dificultades que nos abruman son como olas turbulentas que nos amenazan”, expresó el líder católico obligado por la dictadura sandinista al exilio.

Monseñor Báez comparó la barca de Jesús y sus discípulos con “la Iglesia que navega en la historia como una pequeña y frágil embarcación, padeciendo ataques, calumnias y persecuciones”.

“La Iglesia navega entre las aguas agitadas de poderes autoritarios y represivos que la persiguen y agreden porque no toleran la verdad de Dios que ella anuncia. La Iglesia navega resistiendo a vientos contrarios que la amenazan e intimidan para hacer callar su voz e impedir su misión evangelizadora”, dijo el líder católico.

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Su prédica alude la situación que vive el pueblo nicaragüense bajo el dominio por la fuerza de la familia Ortega Murillo y de funcionarios cómplices de crímenes de lesa humanidad. Por ello, Monseñor Silvio Báez brinda un mensaje de esperanza y afirma que no estamos solos porque Jesús está siempre con nosotros.

“Él nos protege y nos cuida, él preserva del mal y guía con amor a la Iglesia. La barca en que navegamos puede parecernos frágil, pero navegamos confiados porque nuestra fuerza es Jesús”, afirma.

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Llama a rebelarnos espiritualmente 

Ante cualquier situación adversa, Monseñor Silvio Báez hizo el llamado a no caer en el desánimo y a conservar la rebeldía espiritual para no acostumbrarse a la normalidad forzada que quiere imponer el opresor.

Así mismo, instó a no perder la capacidad de soñar con una sociedad justa y libre. “Hay que lanzarse al mar de la historia y caminar como Pedro, con confianza, humildad y esperanza. Y aunque en la lucha haya errores o retrocesos, no hay que detenerse, hay que atreverse a caminar sobre el mar”, resaltó.

Recordó que Jesús llama a los pueblos a caminar, aun en las situaciones más dolorosas y oscuras. “Hay etapas históricas en que el futuro de los pueblos es incierto, hay cansancio social, intentos fallidos y decepciones. Son los dolores de parto de una nueva sociedad”, subrayó Báez.