Poeta nicaragüense Gioconda Belli: “Ortega no ha podido derrotarme moralmente”
La poeta nicaragüense Gioconda Belli habla con la VOA previo al recibimiento de un doctorado honoris causa en Costa Rica, país en donde se exilió por primera vez en los años 70 cuando luchaba contra la dictadura de los Somoza.
- VOZ DE AMÉRICA
- Foto: Houston Castillo, VOA
La escritora y poeta nicaragüense Gioconda Belli, despojada su nacionalidad por Daniel Ortega, de quien es crítica, dice que será muy representativo para ella el primer doctorado honoris causa que recibirá en Costa Rica.
En este país centroamericano estuvo refugiada durante los años que estuvo luchando contra la dictadura de los Somoza que gobernaron Nicaragua desde 1937 a 1979 y hoy regresa nuevamente, aunque por poco tiempo para ser reconocida por la Universidad de Costa Rica (UCR) por su invaluable aporte “al activismo político y su producción literaria”.
“Costa Rica fue el lugar donde yo descubrí la esperanza, descubrí que los sueños son posibles. Aquí estuvimos luchando contra la dictadura somocista. Logramos derrocar en la dictadura somocista y yo participé en ese proceso”, dijo Belli a la Voz de América.
A la poeta, quien vive exiliada en España desde el año 2021 cuando Daniel Ortega desató una ola de detenciones contra sus críticos, las autoridades le decomisaron sus bienes y los de uno de sus hijos en Managua, pero recalca que pese a todo “no la han derrotado moralmente”.
“Han sido tres años (de exilio) muy importantes para mí porque descubrí que no todo se había terminado para mi vida y que tenía muchas posibilidades de hacer cosas diferentes. Me da gusto que no me hayan derrotado moralmente, ni a mis deseos de vivir ni de seguir comprometida con Nicaragua. Están totalmente vivos”, dijo la escritora nicaragüense galardonada en el año 2023 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
La autora de La Mujer Habitada, dice que ha tenido que sobrevivir gracias a sus artículos y libros que escribe, luego de que el gobierno de Ortega también la despojara de una pensión que recibía en Nicaragua y le decomisaran sus casas en Managua.
“Me invitan muchísimo a España para brindar conferencias, recitales y eso ha sido una fuente de ingresos buena para mí. Me gané el premio Reina Sofía de Poesía Americana y con eso me he mantenido. En ese particular he tenido ese privilegio, esa suerte. Pero, claro, he perdido muchísimo”, lamenta Belli.
La poeta nicaragüense de 75 años dijo que lamentablemente tras el triunfo de la Revolución Sandinista de 1979, “las cosas no salieron como pensamos que debieron haber salido, sobre todo por el papel nefasto que jugó Daniel Ortega”, quien es señalado por organismos derechos humanos y la misma Belli de “instaurar una nueva dictadura” en el país centroamericano.
Daniel Ortega gobierna Nicaragua desde el año 2007, cuando retornó al poder hasta la fecha en medio de severos señalamientos de demoler la democracia tras encarcelar en el año 2021 a todos los aspirantes a la presidencia y luego enviarlos a Estados Unidos y despojarlos de la nacionalidad y concentrar todo los poderes del Estado.
Belli menciona que el rumbo que lleva Nicaragua “es difícil” y el panorama sería “desolador con una posible sucesión dinástica en el poder” a manos del hijo de Ortega, Laureano Ortega o de la vicepresidenta Rosario Murillo.
“Sería muy triste que Nicaragua dé una vuelta completa y regrese a una dictadura dinástica. La posibilidad está ahí, desafortunadamente Nicaragua tiene una historia llena de ese tipo de sucesos. No ha habido una posibilidad de formar un gobierno nacional sólido”, lamentó Belli, aunque aseguró que el encarcelamiento impuesto por el gobierno del presidente Daniel Ortega a su propio hermano, Humberto Ortega “parece un gran síntoma de debilidad”.
“Por las reacciones que tuvieron cuando Humberto Ortega no la menciona a ella (a Rosario Murillo como sucesora del poder) en una entrevista que dio a Infobae… y la reacción de haberlo perseguido y dejado en casa por cárcel porque dijo algo que no les gustó, me parece un gran síntoma de debilidad; no pueden aceptar ninguna opinión diferente”, concluyó la escritora.