• Managua, Nicaragua
  • 5:18 pm
  • Feb 21, 2022

Niñez nicaragüense exiliada recibe útiles escolares para iniciar clases en Costa Rica

Este reciente miércoles inició en Costa Rica el año escolar 2021 y decenas de niños y niñas nicaragüenses exiliados, forman parte del sistema educativo de este país; muchos de ellos son hijos e hijas de padres de familia de escasos recursos económicos que se las ingenian para conseguir “el pan de cada día”. Para poder […]
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Este reciente miércoles inició en Costa Rica el año escolar 2021 y decenas de niños y niñas nicaragüenses exiliados, forman parte del sistema educativo de este país; muchos de ellos son hijos e hijas de padres de familia de escasos recursos económicos que se las ingenian para conseguir “el pan de cada día”.
Para poder dar un “empujoncito” en la compra de útiles escolares para algunas familias nicaragüenses, la organización Comunidad Humanitaria para el Refugiado recolectó material educativo y benefició a 71 niños y niñas para que fueran a las aulas de clases totalmente equipados.

“Se hizo una selección tratando de ayudar a las personas que más lo necesitan, yo sé que son muchas más, pero hasta ahí tuvimos nosotros la capacidad. Recordemos que este logro es el esfuerzo del trabajo de cada uno, porque hasta el momento no tenemos ninguna entidad o institución que nos apoyen esta labor”, explicó Martín Hernández, fiscal de esta organización y originario de Jinotepe, Carazo.

Parte del equipo de Comunidad humanitaria para el refugiado

A los menores de edad se les entregó mochilas, cuadernos, lápices de colores y grafitos, entre otros artículos escolares. La entrega se realizó en el Parque Nacional de San José, en Costa Rica.

Esta organización benefactora está conformada por 26 nicaragüenses exiliados en Costa Rica, quienes realizan actividades humanitarias para ayudar a otras familias de escasos recursos económicos que viven en este país, al cual llegaron huyendo de la represión desatada por Ortega y Murillo.

Para sostener la organización y poder realizar estas actividades humanitarias, los integrantes pagan una membresía de dos mil colones mensuales, es decir, unos 130 córdobas mensuales, además de realizar rifas de artículos varios.

“Los artículos los compramos, pero a veces los donan y cuando es así el 100% de la ganancia queda para realizar las actividades y de esa forma hemos venido trabajando con las membresías o alguna gente que se nos acerca y nos regala algo”, explicó Martín Hernández.

Según los integrantes de esta organización, ahora no sólo la ayuda se ha extendido a los exiliados nicaragüenses, sino también se ha dado la mano a familias cubanas y venezolanas.

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