Presidente de Costa Rica expone ante la ONU el grave deterioro de derechos humanos en Nicaragua

El presidente de Costa Rica, Juan Carlos Alvarado, durante su discurso ante la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas, manifestó, de manera puntual, su preocupación por el limitado acceso a las vacunas que tienen varios países con pocos recursos económicos y el grave deterioro de los derechos humanos en Nicaragua.

El mandatario costarricense expuso, detalladamente, su preocupación por el encarcelamiento de opositores políticos, periodistas y estudiantes e hizo el llamado a que se respete la institucionalidad, la democracia y las libertades en Nicaragua.

“Reiteramos tal como lo hizo, hace pocos días, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, nuestra profunda preocupación por la situación de derechos humanos en Nicaragua. Nos preocupa el encarcelamiento de opositores políticos, de periodistas y estudiantes, y hacemos un llamado para que la institucionalidad democrática, el respeto y la promoción de los derechos humanos, la libertad de expresión y de prensa, tengan todas las condiciones en este hermano país”, dijo el mandatario.

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Alvarado resaltó que la paz debe ser la constante en Centroamérica al igual que el respeto a las instituciones y la división de poderes en estas, en referencia a la situación que vive Nicaragua generada por la aguda represión que ejecuta la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En su intervención, el mandatario costarricense, solicitó también que las vacunas sean consideradas como un “bien público global” y abogó ante el Grupo G20 a hacer realidad la idea solidaria del mecanismo multilateral COVAX, para distribuir vacunas, a nivel global.

“Millones de personas alrededor del mundo, principalmente los más pobres, esperan la vacuna contra la covid-19. Sólo 2 de cada 10 personas en los países pobres o de renta media-baja, han recibido una primera dosis de la vacuna; mientras que, en países de ingreso alto o medio-alto, ese número es de 8 de cada 10. La desigualdad es abismal y trágica”, subrayó Alvarado.

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