Daniel Ortega ordena secuestrar a sacerdote de Ocotal, el quinto detenido en Nicaragua

En menos de una semana el régimen sandinista ha ordenado secuestrar a al menos cinco sacerdotes nicaragüenses. Este pasado sábado, la sancionada Policía sandinista detuvo al padre Yesner Cipriano Pineda Meneses, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes de la ciudad de Ocotal, en Nueva Segovia.

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Según reportes periodísticos, el sacerdote fue aprehendido en Estelí cuando participaba de las festividades en honor a Nuestra Señora del Rosario, patrona de este departamento, y de donde es originario el religioso de la parroquia de Ocotal.

Asimismo, se reportó la detención de dos jóvenes que colaboraban con el padre Pineda Meneses. Se trata de María Asunción Salgado Duarte y Salvador Paguaga, quienes se encargan de administrar las redes sociales y los medios de comunicación de la parroquia de Ocotal.

El operativo policial en contra de los jóvenes católicos ocurrió en Ocotal mientras su líder religioso era secuestrado en Estelí. Fuentes eclesiásticas confirmaron a DESPACHO 505 que en las próximas horas el régimen sandinista estaría expulsando del país a estas personas, como una política represiva para acallar las voces disidentes y opositoras a su dictadura.

Exilio de sacerdote

El sacerdote de Masaya Harving Padilla, se vio obligado al exilio luego permanecer casi un año y medio recluido en el Seminario Mayor Arquidiocesano La Purísima, en Managua, tras ser víctima de asedio y persecución por parte de agentes de la Policía al servicio de la dictadura sandinista en su parroquia San Juan Bautista.

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El exilio de Padilla fue confirmado por el excarcelado político y desterrado, Yubrank Suazo, quien también es originario de Masaya, al medio CONFIDENCIAL.

Según el reporte, el sacerdote abandonó el país el pasado 28 de septiembre por puntos ciegos de Nicaragua. Hasta el momento se desconoce el país al que migró por la persecución en su contra.

Padilla permaneció secuestrado por 10 días dentro de su parroquia en Masaya debido al asedio policial y los retenes que rodeaban el templo católico. Posterior a estos días, el sacerdote fue sacado del recinto por el cardenal Leopoldo Brenes en compañía de otros religiosos, y luego fue resguardado en el Seminario Mayor Arquidiocesano La Purísima, donde permaneció 16 meses bajo la cobertura de la institución religiosa.