Abogada denuncia “plan de la dictadura” para asesinar Monseñor Rolando Álvarez

De acuerdo a una publicación de la investigadora y abogada Martha Patricia Molina en sus redes sociales, denunció que la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene planes de asesinar a Monseñor Rolando Álvarez, para luego dictaminar que murió de “causas naturales”.

“Estoy segura que monseñor Rolando Álvarez está ofreciendo a Dios todos sus sufrimientos por la Conversión de sus verdugos. Espero que salga con vida de su secuestro porque la dictadura tiene planes de matarlo. Por supuesto que dirán que su muerte fue natural”, denunció la investigadora

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Este pasado 4 de agosto, Monseñor Álvarez cumplió un año de su secuestro ilegal, quien ahora permanece en cautiverio dentro de las mazmorras de «La Modelo», en Tipitapa.

El obispo del pueblo, como lo llaman en Nicaragua, siempre ha defendido la verdad, la justicia y la paz del país, y se ha mostrado en contra de la violencia y las armas. Desde la rebelión cívica de 2018, monseñor Álvarez se ha sentado de cerca al pueblo que sufre la represión y los atropellos a la dignidad humana.

Su postura firme e irreprochable, lo llevó al encierro y la persecución de un régimen sacrílego, como lo tildó el padre Edwing Román, de Masaya.

Estoy segura que monseñor Rolando Álvarez está ofreciendo a Dios todos sus sufrimientos por la Conversión de sus verdugos. Espero que salga con vida de su secuestro porque la dictadura tiene planes de matarlo. Por supuesto que dirán que su muerte fue natural. #iglesiaperseguidani pic.twitter.com/gORzQCPsl0

— Martha Patricia M (@mpatricia_m) September 6, 2023

Hoy, el religioso es una víctima más de la dictadura sandinista, por estar siempre al pueblo nicaragüense, permanece en una de los peores celdas de torturas de Nicaragua conocida como “El infiernillo”, una estructuras de cuatro paredes de pequeñas mediciones donde no entra ni la mínima luz ni oxigeno.

En febrero de este año el régimen Ortega Murillo lo despojó de su nacionalidad nicaragüense junto a otros 222 excarcelados políticos, tras oponerse a ser desterrado de su país y ser enviado a los Estados Unidos.

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Monseñor Álvarez fue condenado a más de 26 años de prisión tras ser acusado de supuesto desacato a las autoridades nacionales y por “traición a la patria”.