Arturo McFields: “Murillo ahora va por el General del Ejército Julio César Avilés”

Luego que la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Alba Luz Ramos cayera en desgracia con la dictadura sandinista, el periodista y exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields, advirtió que el próximo en sumarse a la lista de destronados es el jefe del Ejército Sandinista, Julio César Avilés.

Los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo han emprendido una limpieza dentro de las filas del Tribunal Supremo que en pocas horas ha despedido a más de una decena de funcionarios, entre ellos magistrados que por años han sido leales al régimen sandinista.

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Para el exembajador en la OEA, estás bajas en la institución indica que para la tiranía “no hay vacas sagradas”, es por eso que advirtió a Julio César Avilés y otros “que se creen intocables solo porque tienen una medallita” que serán los próximos descabezados.

“…ellos son los próximos, ya no es una cuestión de patriotismo a estas alturas porque ya tocaron a la Alba Luz, el que sigue es Avilés, porque ellos no quieren dejar que nadie se sienta cómodo en su silla, porque ellos quieren decirle a todo el mundo que aquí no hay vacas sagradas”, aseguró el exfuncionario.

McFields manifestó que el General Avilés tiene sus días contados en el Ejército Sandinista, puesto que los únicos protegidos son los que tienen el apellido Ortega Murillo.

Agregó que los militares tienen un poder muy grande y la capacidad de cambiar el rubo de Nicaragua “a pesar de todo”, porque  ellos tienen las armas” y si ellos se quedan sentados a esperar que los toquen “grave error”, “ellos son los próximos”.

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“El Ejército tiene un mandato constitucional de defender la Constitución de Nicaragua y ahorita hay un golpe de Estado en el que el Ejército se está quemando las manos nuevamente al no defender la Constitución”, advirtió.

El periodista manifestó que a la dictadura sandinista no le importa quedarse con unos pocos dentro de las instituciones y quitar del cargo a algún funcionario que lo haya ocupado por muchos años, sino que ahora podrá a los leales y a los que gozan de su confianza.