Organizaciones juveniles respaldan a la UCA ante congelamiento de sus cuentas bancarias

Bajo el hashtag #TodosSomosUCA, al menos seis organizaciones y movimientos estudiantiles de Nicaragua expresaron en un comunicado emitido este jueves su respaldo al a Universidad Centroamericana (UCA) luego que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo congelara las cuentas bancarias de esta institución educativa de antaño.

Los jóvenes concentrados en la Alianza Universitaria (AUN), Alianza de Jóvenes y Estudiantes Nicaragüenses (AJEN), Movimiento Universitario 19 de Abril (MU19A), Movimiento UNA, Movimiento Estudiantil 19 de Abril (ME19A) y la Unidad Juvenil Estudiantil manifestaron en su escrito que respalda a la UCA por estar comprometidos con la justicia, democracia y libertad académica.

“Queremos expresar nuestro firme respaldo a la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua frente a las acciones represivas perpetradas por la dictadura sandinista”, resaltan.

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo asestó este 9 de agosto un nuevo ataque en contra de los sacerdotes de la Compañía de Jesús en Nicaragua, al ordenar congelar las cuentas bancarias a la Universidad Centroamericana (UCA), tras cumplirse 14 meses de que el régimen sandinista, a través del Consejo Nacional de Universidades (CNU), la despojara de su derecho constitucional del 6%.

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En horas de la mañana de ayer miércoles 9 de agosto, las autoridades de esta universidad comunicaron a sus estudiantes -mediante un correo electrónico- que no estaban recibiendo ningún tipo de pago correspondiente a aranceles o servicios en ninguna de las instancias debido a «inconvenientes en nuestros canales y medios de pagos». Horas después, se confirmó que el régimen ordenó cerrar las cuentas bancarias de la UCA.

Para estos jóvenes, estas medidas son una clara violación de los derechos fundamentales de los estudiantes y colaboradores, así como un claro intento de la dictadura de coartar la autonomía universitaria.

“Es alarmante y repudiable que la dictadura sandinista haya congelado las cuentas bancarias de la UCA, así como las cuentas de los miembros del Consejo Universitario y de algunos directores. Estas acciones infundadas, basadas en supuestos cargos de lavado de activos y financiamiento al terrorismo, carecen de fundamentos y son parte de una estrategia para sofocar la disidencia y silenciar las voces críticas”, dice el escrito.

UCA: monumento de la Educación Superior en Nicaragua

Las organizaciones destacaron que la Universidad Centroamericana (UCA), fundada en 1960 como la primera Universidad privada en Centroamérica, “ha sido un monumento de la educación superior en Nicaragua, promoviendo la excelencia académica, la libre expresión, la justicia social y el pensamiento crítico”.

“Su contribución al desarrollo social, científico y cultural del país es innegable”, subrayan.

A criterio de estos jóvenes, el congelamiento de sus cuentas de parte de la dictadura sandinista es un ataque directo a la educación y a la libertad intelectual que pone en riesgo la continuidad de proyectos, investigaciones y programas que benefician a toda la comunidad universitaria y a la sociedad nicaragüense en general.

Además, condenaron y rechazaron lo que consideran un atropello y a la vez exigieron el levantamiento inmediato del congelamiento de las cuentas bancarias de esta alma mater y de todos los miembros afectados. Así mismo, instaron a la comunidad internacional, a los defensores de los derechos humanos y a las organizaciones estudiantiles, a manifestar su solidaridad y a unirse en su defensa y de la educación superior en Nicaragua.

“Reafirmamos nuestro compromiso de seguir luchando por la justicia, la libertad y el respeto a los derechos humanos en Nicaragua. No permitiremos que la represión y la violencia amordacen nuestras voces. Estamos unidos en la defensa de la UCA, creemos en su misión de seguir formando a los mejores para el mundo y en la búsqueda de un futuro mejor para todos los nicaragüenses”, concluyen en su pronunciamiento.

Al congelarle las cuentas bancarias a la UCA, el dictador Ortega abre paso a una posible confiscación de esta universidad que tomó un papel muy importante, al igual que sus estudiantes, durante la rebelión cívica de 2018. El régimen intenta ahogar y desaparecer esta institución al imponer sus políticas represivas.