Relator para la Libertad de Expresión de la CIDH denuncia proceso ilegal contra Victor Ticay

El Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Baca, denunció la persecución judicial en contra de los periodistas nicaragüenses por parte de la dictadura sandinista, sobre todo, por el proceso ilegal en contra del reportero y preso político, Victor Ticay. Asimismo, señaló la extrema autocensura que existe en los medios de comunicación que aún permanecen en el país.

El experto apuntó a una grave crisis judicial y política que atraviesa en los últimos años el país centroamericano en poder de la familia Ortega Murillo, quienes han continuado socavando los derechos del pueblo nicaragüense y la democratización de la nación.

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Para el relator la principal preocupación es la situación que atraviesa el reportero nandaimeño, Victor Ticay, quien habría sido secuestrado por la sancionada Policía luego que este diera cobertura a una actividad religiosa en su municipio natal el pasado 6 de abril. Los hechos ocurrieron en un contexto de represión y asedio a la iglesia católica nicaragüense.

“Estamos hablando de un reportero que según la información que se nos fue allegada se encontraba haciendo un cubrimiento en el marco de la semana santa y fue aprehendido y detenido en unas circunstancias que además se suman a un largo prontuario de restricciones a la libertad de expresión en un Estado que ha mostrado total desprecio a lo que implica este derecho en una sociedad”, manifestó Baca.

El experto detalló que el régimen sandinista utilizó herramientas aparentemente “legales” para condenar y judicializar a sus opositores, en este caso al periodista Victor Ticay. Entre las que enunció el relator están las leyes inventadas por el oficialismo; “menoscabo” o también conocida como “traición a la patria”, y la ley mordaza de “ciberdelitos”.

“Son instrumentos que cuentan con un alto reproche por parte de la comunidad internacional incluyendo la oficina que yo lidero con respecto a su compatibilidad con estos estándares internacionales de derechos humanos”, criticó Baca.

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La autocensura de los medios de comunicación

El relator señaló que se tiene del conocimiento sobre otros procesos judiciales en contra de dos periodistas, quienes se encuentran con restricciones a su libertad para presentarse con cierta regularidad.

“Además es notorio que son instrumentos legales en el marco de una institucionalidad con una concentración de poder y de la cual no se puede predicar autonomía, independencia, objetividad, derecho de defensa y en este plano quiero resaltar que la exposición de los delitos por los cuales se les acusan ocurrió bastante después, un periodo largo de tiempo, para este fin”, agregó.

El relator también expresó su preocupación por el incremento de la “autocensura” de los medios de comunicación que aún operan dentro del país, sobre todo con Canal 10, al que Ticay le trabajaba como corresponsal de Nandaime, mismo que no se ha pronunciado sobre la detención de su reportero.

“El impacto de autocensura que esto tiene. Nos llama la atención que por ejemplo el debate público al interior de Nicaragua sobre el caso de Ticay, su medio de comunicación, no conocemos de posicionamientos al respecto, y entendemos de cierta forma que hay un nivel de autocensura tremenda”, finalizó.