¿Quién entrenará a quién?: Dictaduras de Rusia y Nicaragua firman convenio de cooperación electoral

Con el dictador Vladimir Putin con más de 20 años en diferentes cargos de poder en Rusia y los 15 años consecutivos del caudillo Daniel Ortega ganando todas las elecciones presidenciales en Nicaragua, resulta difícil determinar cuál de las dos dictaduras le puede enseñar a la otra sobre “protoloco de cooepración electoral”, un convenio firmado este jueves en el marco del 78 Aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Según los medios oficialistas que hacen eco de la firma de este convenio esta “cooperación permitirá un intercambio de experiencia que conllevará al fortalecimiento institucional de nuestros modelos electorales, cada uno con sus particularidades propias que respondan a las necesidades de nuestros pueblos”.

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El Embajador de Rusia, Alexander Khokhólikov, recalcó que esta interacción interinstitucional plasmada en este convenio es una nueva línea de la cooperación rusa hacia Nicaragua, lo que permitirá el apoyo recíproco en el fortalecimiento del desarrollo electoral.

¿Nicaragua le enseñará a contar votos a Rusia? O ¿Ya Nicaragua desde el año pasado empezó a copiar a Rusia encarcelando a todos los opositores para tener despejado el camino a la presidencia? ¿Qué más pueden aprender ambas dictaduras donde la democracia es solo un chiste cruel donde los que se ríen están en la cúspide del poder?

Aunque ambas dictaduras no tienen respeto por la democracia, la presidenta del Consejo Supremo Electoral, la magistrada militante sandinista Brenda Rocha, firmó este “protocolo de cooperación electoral”, con su homóloga de Rusia Ella Alexandrovna Panfilova, presidenta de la Comisión Electoral Central de la Federación de Rusia.

El protocolo de cooperación electoral fue firmado de manera virtual y según los medios oficialistas este se aplicará en “el campo de la mejora de la legislación, promoción de la cultura jurídica de los votantes, desarrollo y uso de tecnologías modernas en los procesos electorales y referéndums; y el fortalecimiento de la cooperación bilateral entre Rusia Y Nicaragua.

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Aunque la dictadura pretenda enviar un mensaje de normalidad, en la práctica, todos los nicaragüenses saben que los procesos electorales que mantienen en el poder tanto a Putín como a Ortega, han sido excluyentes con la oposición, sin competencia electoral y sin garantías ni transparencia electoral.