Policía sandinista prohíbe a sacerdote de Terrabona realizar procesiones fuera del templo

Al cumplirse más de una semana de asedio y persecución política en contra de Monseñor Rolando José Álvarez en Matagalpa, este miércoles la Policía al servicio de Daniel Ortega prohibió al sacerdote Aníbal Manzanares realizar procesiones fuera del templo parroquial, en el municipio de Terrabona.

Mediante un audio emitido este miércoles, que circula en redes sociales, el sacerdote católico de la parroquia San José, de la Diócesis de Matagalpa, advierte que lo vigilan agentes de la Policía sandinista luego que le prohibieran realizar actividades religiosas fuera de la parroquia.

“Mis buenos amigos y hermanos, solamente notificarles que la Policía esta mañana me notifica que no tengo permiso para salir, no puedo salir a las calles, a procesiones, a actividades fuera del templo parroquial, así que creo que me están vigilando”, manifiesta el religioso.

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Aparentemente el padre Manzanares dirige este audio a la pastoral juvenil de esta Diócesis, a quienes anima para que sean “críticos” ante la situación de persecución y hostigamiento político del que son víctimas sacerdotes y obispos de Nicaragua.

A la vez llama a seguir orando por la iglesia en Nicaragua y afirma que “no es momento de llenarnos de odio”, sino de “doblar rodillas delante de Jesús Sacramentado”.

“Les pido sus oraciones, y les pido por favor jóvenes en sus pastorales a que seamos críticos ante esta situación que vivimos, dolorosa, donde la fe y la iglesia siempre nos piden callejear”, agregó el sacerdote.

Dictadura arremete contra la Diócesis de Matagalpa

En los últimos 15 días a dictadura sandinista arremete contra sacerdotes y obispos de la Diócesis de Matagalpa, y ahora prohibe a otro cura realizar actividades religiosas fuera del templo católico.

El primero de agosto -mientras Managua celebraba las fiestas patronales en honor a Santo Domingo de Guzmán- la policía abrió fuego en contra de la feligresía de Sébaco para tomarse la capilla Niño Jesús de Praga donde permaneció bajo secuestro por más de 72 horas el Padre Uriel Vallejos.

Posterior, Monseñor Álvarez sufre la embestida del régimen luego que la policía le negara salir de la Curia Episcopal de Matagaloa, donde aún permanece bajo asedio.

El 5 de agosto la dictadura informa que iniciaron investigaciones contra Monseñor Álvarez por supuestamente intentar organizar “grupos violentos”.

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Al menos 11 radioemisoras de esta Diócesis se cancelaron por orden del régimen sandinista a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).

Además, fueron cerrados cuatro canales de TV católicos que transmitían por cable local.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), califica este acto como “un nuevo desierto informativo en el interior del país”.