¿Cuál es el delito de Monseñor Rolando Álvarez a la luz del Código Penal o la Constitución?

El director del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, Gonzalo Carrión, dijo en entrevista con Nicaragua Actual que tras activar toda una maquinaria de represión contra Monseñor Rolando Álvarez y otros sacerdotes, es la dictadura de Daniel Ortega la que debería rendir cuentas por más de un delito grave cometido en el país.

¿Cuáles son los delitos por los que la dictadura podría acusar a Monseñor Rolando Álvarez?

De acuerdo al orden constitucional, al propio sistema penal nicaragüense y a los mismos hechos, el obispo Álvarez no ha cometido ningún delito. Porque el ejercer su actividad pastoral dar su misa, salir a la calle, por ser lo que es, eso no constituye delito alguno.

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Y como los señalamientos son directamente a él, la respuesta es: El obispo Álvarez no ha cometido ningún delito ni pecado, hablando en el lenguaje al que se hace su implicación.

¿De qué se trata toda esta campaña y ataques contra el obispo de Matagalpa y la iglesia católica?

Se trata exactamente de una manipulación que está dirigida a descalificar al obispo Álvarez y se hace desde una posición de autoridad. Incluso dicen que él está azuzando para atentar contra la autoridad constitucional.

Pero la realidad es que, y lo decimos en nuestro pronunciamiento, que las autoridades que tenemos nosotros no son constitucionales, más bien ellos, en todo caso han atentado contra todo el orden constitucional.

¿Quién debe rendir cuentas?

Por el contrario, quiénes han activado una maquinaria de represión contra él y otros sacerdotes, esos sí tienen que rendir cuentas por delitos graves, o sea estamos hablando de crímenes de lesa humanidad que todavía no se han esclarecido.

La policía dice investigar delitos, ¿Representa Monseñor Álvarez una amenaza?

Ahora lo señalan de ser subversivo y lo cierto es que la palabra del obispo Álvarez resulta ser muy poderosa porque acompaña al pueblo oprimido, en un país donde el estado de terror tiene como propósito silenciar totalmente al país.

Esto incluye el cierre de organizaciones y el cierre de medios de comunicaciones independientes y recetan cárcel, para que los abusos de poder ni siquiera los sepamos, para que nadie diga y que nadie sepa.

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En ese sentido, en una pretensión de silenciar a todo un país, las voces de sacerdotes y obispos como monseñor Álvarez son poderosas y son consideradas como una amenaza, una amenaza para el poder tiránico. Entonces por eso a él se la regresan y le inventan una cantidad de conceptos y delitos que no encasillan para nada con la labor pastoral.