Daniel Ortega descarta dialogar con Estados Unidos: “Es imposible el diálogo con ellos”

El discurso central del dictador Daniel Ortega este martes 19 de julio, durante el acto del 43 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, frente a un reducido grupo de miembros de la Juventud Sandinista, funcionarios del Estado y algunos invitados “especiales”, fue el mismo de siempre: improperios contra Estados Unidos y la Iglesia Católica.

Ortega descartó un posible diálogo con Estados Unidos y lo acusó de querer imponer su política de asesinar, bombardear y querer ver a otros países, como China, sin crecimiento económico.

“El diálogo es para ponerse la soga al cuello a uno mismo”, afirmó el dictador Ortega.

En su discurso también atacó a la Corona Española, a la Iglesia Católica y su alta jerarquía tras acusarlos de callar y ser cómplices de los asesinatos de millones de personas.

“Mataron a millones, todo eso con la bendición de las diferentes iglesias, iban con la cruz y la espada. Ahí no había ningún Papa criticando la matanza”, afirmó el dictador.

Un discurso de Ortega incoherente que mezcló épocas en donde aludió siempre al “yanqui invasor”, de Estados Unidos, de quien refiere era entrenador de Anastasio Somoza a quien llamó víbora, Judas e hijo de…

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En la actividad partidaria, artistas sandinistas entonaron canciones con letras que mezclaban el odio con amor y endiosaban al dictador Daniel Ortega, este parecía estar en el aire al escuchar alabanzas y el culto a su personalidad.

Acto sin presencia de actores internacionales de peso

La vicedictadora en las palabras de apertura despotricó contra Estados Unidos y manifestó que ese país encontró con ellos “la horma de sus zapatos”, a la vez que afirmaba que no son “esclavos del yanqui invasor y de sus serviles”.

El acto se caracterizó por la ausencia de mandatarios de la región y de los aliados de la dictadura, pese a que Rosario Murillo, previo a esta fecha, anunció que recibirían a 227 invitados especiales de distintos países; los grandes ausentes fueron sus principales cómplices, los dictadores Miguel Díaz Canel y Nicolás Maduro, ambos de Cuba y Venezuela , respectivamente.

A la actividad tampoco asistió la designada vicepresidenta del régimen chavista de Venezuela, Delcy Rodríguez, a pesar que Murillo anunció su presencia en la actividad; en su lugar participó el Canciller de Venezuela, Carlos Faría, y el vicecanciller Randel Peña, quienes arribaron a Nicaragua en horas de la mañana de este martes.

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Asistió también el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, a quien la dictadura le entregó la Orden Augusto C. Sandino en su máximo grado Batalla San Jacinto; mientras que en representación del régimen cubano asistió el primer ministro, Manuel Marrero y la viceministra de Exteriores, Josefina Vidal. 

Ortega se ha quedado solo y aislado cada vez, más afirmaron analistas, incluso líderes de izquierda se han mantenido a distancia prudente de relacionarse con el dictador. En años recientes, la celebración anual no ha contado con invitados relevantes y ha tenido lugar con pocos militantes en una plaza de Managua, fuertemente custodiada por la policía.