El régimen orteguista arremete en contra de las religiosas de la Orden Madre Teresa de Calcuta en Granada y Managua

POR DESPACHO 505 

Publicaciones digitales católicas replican esta semana la denuncia de persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra las obras que las Misioneras de la Caridad de la Orden Teresa de Calcuta tienen en la ciudad de Granada, Managua y Ciudad Sandino, como parte de la guerra del régimen contra las asociaciones sin fines de lucro, entre ellas las de la Iglesia Católica.

Aleteia.org hizo una extensa publicación sobre el caso, en el que recuerdan la vez que Ortega en 1986 dio la bienvenida a la fundadora de la orden religiosa, Madre Teresa de Calcuta, en una de dos visitas que hizo a Nicaragua. Ahora critican que las cosas hayan cambiado, y sea ese mismo Ortega, el que orientó al Ministerio de Gobernación, el cierre de las instalaciones de caridad, bajo el supuesto de no estar al día con los informes financieros y de organización y cuestionar que reciben fondos del exterior.

PABLO MARIA: “PERSECUCION INJUSTA”

En Twitter, uno de los primeros en reaccionar fue el predicador católico Pablo María, que ha pedido oración para contrarrestar los efectos de esta persecución contra las religiosas. “Dios de la paz y no de la guerra, protege y bendice a las misioneras de la caridad de esa persecución tan injusta de parte del gobierno de Nicaragua”, escribió el religioso de origen colombiano y que ha estado en Nicaragua en más de una ocasión en cruzadas católicas.

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El régimen se ha lanzado contra la Iglesia Católica y sus líderes porque según él, alentaron junto a sectores de oposición, las manifestaciones del 2018 que exigían su salida poder, al que se encuentra atornillado por la fuerza.

Las últimas embestidas contra la iglesia fueron asedio policial y parapolicial contra sacerdotes y obispos, la suspensión de la señal del Canal Católico y la ilegalización de organizaciones religiosas como la responsable del periódico Voz Católica, que dirige el monseñor Silvio Fonseca, vicario de la Familia de la Arquidiócesis de Managua.

LOS CENTROS EN LA MIRILA DE LA DICTADURA

“Son 40 años de caridad con hermanos nicaragüenses, hay mucha aflicción, mucha angustia, pero tenemos fe que se va a solucionar”, dijo una de las hermanas de uno de los centros. Las religiosas esperan que como resultado de varias reuniones que se tienen en Managua con funcionarios de gobierno, se les permita seguir al frente de los locales, pero hasta el cierre de este reporte, no se conocía solución alguna.

En Granada, las religiosas administran el Hogar Inmaculado Corazón de María en el que dan refugio a adolescentes abusadas y abandonadas, les brindan atención psicológica, formación escolar, les enseñan teatro, música, costura, belleza y otros oficios que pudieran servirle para cuando dejen la casa-hogar.

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También administran un hogar para ancianos y una guardería que acoge a niños, hijos principalmente de locatarias del mercado de Granada que no tienen con quien dejarlos en casa mientras trabajan ya sean en pequeños tramos o como vendedoras ambulantes.

En Managua las religiosas cuentan con otro hogar para ancianos sin familias y proyectos de apoyo a infantes en Ciudad Sandino. “Los afectados son la gente más necesitada”, dijo un colaborador de las religiosas.

Entre el 29 de noviembre de 2018 y el 17 de junio reciente, el régimen Ortega-Murillo ha ilegalizado 669 asociaciones con las que funcionaban universidades, centros de pensamiento, de desarrollo comunitario, religiosos, clínicas y hogares solidarios.