Sacerdote Manuel Salvador García de Nandaime es detenido por la policía

El sacerdote Manuel Salvador García, de 56 años de edad, párroco de la iglesia El Calvario en Nandaime, Granada, fue detenido la mañana de este miércoles por la policía sancionada, así lo confirmaron a Nicaragua Actual fuentes cercanas a la iglesia católica.

La detención se da luego que el pasado martes medio oficialistas circularan en redes sociales un video donde el religioso advertía con defender con machete en mano a agentes policiales que rodeaban el templo católico, sin embargo los medios alegaron que se trataba de una denuncia ciudadana por supuestas amenazas de parte del sacerdote hacia la población.

Bajo anonimato, esta fuente reveló que el padre fue enviado a su casa en San Marcos, departamento de Carazo, luego del incidente, y en horas de esta mañana llegaron patrullas policiales para llevárselo detenido “con lujo de violencia”.

LEER MÁS: Policías y turbas sandinistas hostigan y provocan a sacerdote de Nandaime

El religioso, quien es paciente de hipertensión, diabetes y enfermedades en el páncreas, presuntamente está detenido en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocidas como el nuevo Chipote, en Managua, junto al sacristán del templo de Nandaime, quien también fue arrestado este miércoles por causas aún desconocidas.

Un medio local de este municipio granadino, informó que a la parroquia El Calvario llegó este miércoles el sacerdote Víctor Ramos, a quien le asignada la iglesia para administrarla.

“Hoy a eso de las 11 de la mañana llamaron de emergencia al comité para presentar al nuevo párroco que estará a cargo de esta iglesia”, informó el medio NTV Nandaime.

¿Cómo ocurrieron los hechos?

La tarde de este pasado martes, en un video grabado por uno de los sujetos y que circulaba en medios oficialistas se aprecia a un oficial de las fuerzas especiales de la Policía Sandinista amenazar al sacerdote y este le responde que se defenderá si lo agreden.

Sucede que el religioso advirtió a las turbas sandinistas que se encontraban agrediéndolo verbalmente en las afueras de ese templo, con defenderse con un machete si alguno de ellos lo atacaba o ingresaba a la iglesia.

“Ni la policía manda aquí. Aquí mando yo!”, gritó el sacerdote.