• Nicaragua
  • 1:38 pm
  • Sep 9, 2024

Edmundo Ortega acusa al periodismo independiente de cometer genocidio y crímenes de lesa humanidad

Edmundo acusó a la prensa independiente de ser los responsables de los hechos de abril de 2018 y los llamó “terroristas, tranqueros y narcotraficantes”, entre otros calificativos.

Daniel Edmundo Ortega Murillo hijo de los dictadores de Nicaragua
  • Nicaragua Actual
  • Medio Oficialista

En conmemoración al Día Internacional del Periodista, el hijo de la pareja dictatorial Daniel Edmundo Ortega, mano derecha de Rosario Murillo en el Consejo de Comunicación, despotricó en contra de la prensa independiente catalogándolos de “genocidas criminales de lesa humanidad” por convertir en “víctimas” las “verdades legítimas e irrenunciables de los Pueblos Valientes, Grandiosos y Gloriosos que batallamos Siempre Más Allá”.

“Denunciamos el acoso, el asedio permanente a la Verdad y a las Realidades de nuestra Nicaragua, desde un terrorismo mediático instalado y ejercido por vulgares mercenarios, sirvientes y lacayos de la peor especie, que enlodan, que ensucian, nuestra Digna Historia Patria”, dijo Edmundo frente a decenas de simpatizantes sandinistas de los distintos medios de comunicación estatales.

Acusó a los medios independientes de supuestamente “añorar” el Somocismo, solo porque la prensa se ha destacado por denunciar cada uno de los crímenes cometidos por los dictadores sandinistas, por ende, los acusan de levantar masas en contra del gobierno de Nicaragua.

“Los condenamos porque son los mismos criminales al servicio del Imperio y de los capitalistas salvajes, que ayer se burlaban engreídamente de todas las Tradiciones y Ritos de la Fé del Pueblo nicaragüense, y ahora son asquerosos trabalenguas de los Agentes ensotanados del diablo.”, atacó.

Edmundo atacó a los periodistas y los llamó “terroristas, tranqueros, malvados, (que) ayer alzaban la mano para respaldar los crímenes, la quema de Seres Humanos vivos, la tortura bendecida por manos satánicas, con repique de campanas, mientras reportaban morbosamente sus propias fechorías, poniendo como héroes a quienes sacaban ojos, cortaban lenguas y fusilaban gente’.

Estos mismos calificativos han sido despotricado por Rosario Murillo, quien aprovecha en sus intervenciones diarias en sus medios propagandistas, de dejar por el suelo a la prensa independiente por no estar alineados a su contenido y a sus ideales, sino que denuncian todas las arbitrariedades e ilegalidades aprobadas por las instituciones que están bajo su dominio y control.

A esto, Ortega Murillo cuestionó “Qué Periodismo és ése…? Incalificable difusión de crueles, humillantes, degradantes e inhumanos tratos; difusión maligna del suplicio de miles de Hermanos nicaragüenses, atados a postes, deleitándose los vulgares y sanguinarios francotiradores, disfrazados de Periodistas, bailando satánicamente alrededor de las víctimas sufrientes”.

Blanco de los ataques

El periodismo independiente continúa siendo “blanco” de ataques de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, al incrementar las políticas de terror desde 2018 en contra de los profesionales de la comunicación y los medios televisivos y radiales, además que Nicaragua es el único país en la región sin un medio impreso, así lo confirmó un reciente estudio elaborado por la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) y la Red Regional Voces del Sur (VDS).

Todo parece indicar que Nicaragua es uno de los peores países del mundo para ejercer el periodismo, pues la libertad de prensa sigue siendo el “talón de Aquiles” de Ortega y Murillo a pesar que en 2023 disminuyeron las denuncias en comparación a 2022. No obstante, las agresiones y ataques, el acoso, intimidación y criminalización al ejercicio periodístico independiente, continúa siendo la principal política represiva de Ortega y Murillo dentro del país centroamericano.

Para FLED y VDS, Nicaragua cerraron el año 2023 con nuevas formas de represión, ataques y amenazas a la libertad de prensa entre las que destacan: destierro, confiscaciones, detenciones ilegales, acoso y vigilancia a las familias de periodistas. Es por ello que se dice que el ejercicio del periodismo independiente en Nicaragua continúa bajo ataque, es perseguido y criminalizado.

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