Bandera de Nicaragua manchada de sangre por el régimen sandinista
Cada 14 de julio se conmemora el día de la Bandera Nacional por decreto de Ley sobre características y uso de símbolos patriotas.

Bandera de Nicaragua
- Nicaragua Actual
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Un símbolo que debe representar el origen de un pueblo y el orgullo de una sociedad que nació entre lagos y volcanes.
Compuesta de los colores azul y blanco y en su centro impregnado el escudo nacional es lo que hoy izamos como bandana.
La historia colocó cada 14 de julio como el día de la Bandera Nacional desde 1971, bajo la normativa del artículo 35 de la Ley n.º 1908, Ley sobre características y uso de los Símbolos Patrios.
En la actualidad la bandera es un símbolo de resistencia y por lo tanto se criminaliza su uso en actividades no oficiales.
Daniel Ortega y Rosario Murillo se enfrentaron en 2018 a gigantescas olas de manifestaciones azul y blanco, las que neutralizó con violencia manchando ese símbolo patrio de sangre.
Encarcelaron a quienes validados por su derecho se alzaban con bandera en mano contra la dictadura, el poder decidió llamarlos “golpistas” y descartar sus demandas sin lograr callarlas hasta hoy.
“Ondeamos con orgullo Azul y Blanco en el Día Nacional de nuestra Bandera. Este símbolo de lucha y resistencia que el régimen teme y prohíbe, sigue inspirándonos a todos los nicaragüenses en nuestra batalla por la libertad. ¡Viva Nicaragua libre ¡Viva nuestra azul y blanco!”, expuso la Alianza Universitaria Nicaragüense.
Pero el régimen insiste en degradar el valor de la bandera nacional y para ello la hace querer desaparecer entre escenarios minados de la bandera sandinista justificando el hecho con la utilización de la frase “la roja y negra que cobija la azul y blanco”.
Ese intento es rechazado por detractores y sociedad civil que le gritan al mundo la desgracia política que vive Nicaragua con la instaurada dictadura Ortega-Murillo.
Y es precisamente en ese contexto que los nicaragüenses que permanecen fuera portando su bandera “azul y blanco” en espacios de relevancia política internacional demandan volver los ojos hacia la nación centroamericana.