Nicaragüenses que increparon a Juan Caldera denuncian amenazas por parte de operadores Sandinistas

Un grupo de nicaragüenses que interceptaron al operador de la dictadura Sandinista, Juan Caldera, el pasado 13 de marzo durante el juego entre Nicaragua y Venezuela en el estadio de Miami de los Marlins Park, interpusieron una formal denuncia ante la Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos (DNDH) tras sufrir amenazas por parte de militantes y páginas Sandinistas.

La nicaragüense y activista María Esperanza Vallejos, una de las que encaró al empresario de pollos, denunció ante el organismo de derechos humanos que ha sufrido amenazas por operadores Sandinistas en las distintas plataformas digitales, con atentar contra la vida de su familia e hijos que se encuentran en Nicaragua.

La opositora identificó los perfiles de William Reyes, Jairo Palacios, Marcio Vargas del canal 4, Enrique Quiñonez, el Gato Sandinista, Horacio Rivas, Victoria Obando; todos le han dejado mensajes asegurando que ya “tienen identificada a mi familia”.

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“Cualquier situación que me pase a mi y a mi familia en Nicaragua, responsabilizo directamente a la dictadura criminal (de los Ortega Murillo), a Juan Caldera y a las personas mencionadas”, manifestó Vallejos.

La fémina también denunció que durante su exilio en los Estados Unidos a sido objeto de persecución por parte de “infiltrados Sandinistas”, quienes en una ocasión intentaron provocar un accidente de tránsito para asesinarla.

Ante estas amenazas, la nicaragüense aseguró que continuará en la “misma línea; voy a seguir haciendo denuncias de las atrocidades que la dictadura criminal ha venido cometiendo durante más de 4 décadas”.

Caldera amenaza con demandar a increpadores

La denuncia de este grupo de nicaragüenses se da luego que Juan Caldera, amenazara en sus redes sociales con denunciar a las personas que lo increparon este pasado lunes y martes en el Estadio de los Marlins Park, en Miami, Estados Unidos, al asegurar que las Leyes en el país norteamericano se cumplen a diferencia de Nicaragua, donde la justicia es controlada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

El militante Sandinista aseguró a través de sus plataformas digitales que tomará “acciones legales” contra las personas que lo “insultaron” y por supuestamente haber recibido “amenazas de muerte” solo por tener afinidad con el gobierno de Daniel Ortega.

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Sin embargo, el malestar expresado por la diáspora nicaragüense en el exilio contra el empresario de pollos, es por haber participado junto a paramilitares armados que masacraron a más de 350 jóvenes en la protestas de 2018, según organismos internacionales de derechos humanos.

En ese sentido, el director de la DNDH, Pablo Cuevas, aseguró que existen las pruebas suficientes para acusar a Juan Caldera  para demostrar la complicidad y su participación durante la represión gubernamental de 2018, crimenes que fueron reportados por el Grupo de Expertos para Nicaragua de la ONU y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH, donde se rectifican los delitos cometidos por grupos armados y dirigidos por el partido de gobierno.