Huracán Julia convirtió en ríos las calles de Nandaime y dejó comunidades sin agua potable

Su nombre en náhuatl significa ‘lugar de de grandes arroyos’ y así se convirtió el centro del municipio de Nandaime, en Granada, sus comunidades, sufrieron los estragos de las fuertes lluvias de este pasado fin de semana, provocadas por el paso del huracán Julia que pisó tierra la noche del sábado 8 de octubre, causando la anegación de viviendas y la evacuación de decenas de familias nandaimeñas.

Las principales calles de este municipio se convirtieron en ríos que amenazaban con llevarse todo a su paso, incluso vehículos.

El ciudadano Carlos José Estrada Jirón, un obrero agrícola, se salvó de ser arrastrado por las corrientes cuando el tractor que conducía terminó atascándose en una de las calles que se convirtió en un verdadero río embravecido por al fuerza de su caudal.

El ciudadano decidió lanzarse al agua para evitar que la fuerza de la corriente lo arrastrara junto al pesado vehículo, y mientras flotaba en la corriente, metros después lo rescataron varios pobladores.

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Este lunes 10 de octubre las principales calles de Nandaime amanecieron completamente destruidas, llenas de basura y adoquines regados por todas partes, a dos días del paso de Julia.

En algunas comunidades como el Iguanero, Casa Piedra, Las Enramadas, Paso Real, Las Conchitas, Jonathan González, Aguas Agrias, Ochomogo entre otras, se reportaron graves inundaciones y de algunas de ellas se evacuaron a decenas de familias hacia lugares de albergues, en este caso escuelas públicas.

Bajo anonimato, una habitante de la comunidad Las Conchitas, narró que las lluvias iniciaron la tarde del pasado sábado, pero entre la noche de ese día y el domingo, los caudales incrementaron su nivel provocando inundaciones por todos lados. Narra que no hubo casa sin sufrir afectaciones.

Destrucción de puente cierra tráfico vehicular

“Ahora la lluvia tuvo una magnitud fuerte, colapsaron los patios de todas las casas. Donde nosotros vivimos se llama el barrio Las Conchitas y hubo casas afectadas, e incluso tuvieron que evacuar a varias personas”, describe.

Otra habitante del reparto Jonathan Gonzáles denunció que la alcaldía “no vela por el pueblo” al sentirse desprotegida, al igual que sus vecinos, ante las inundaciones que sufrió debido a las fuertes lluvias y las ráfagas de vientos.

La ciudadana reportó que el puente de la comunidad Valle Menier, que conecta con otros repartos de este municipio y es una de las principales rutas de tráfico de pesados vehículos, sufrió graves daños en su infraestructura y dejó de ser una ruta de acceso.

“Ahora fue como nunca, el centro de Nandaime fue afectado como nunca, las calles del centro, adoquines y todo arrancaron las corrientes. Aquí al alcalde le vale poco la vida de los nandaimeños”, manifestó al referirse a las afectaciones causadas por Julia.

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La Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) de Nandaime, informó este lunes que el acceso al suministro potable continuará sin abastecer a varias comunidades en zonas altas debido a “graves daños” en la red de agua potable por la destrucción de calles.

La comuna de Nandaime no ha informado aún sobre el total de casas inundadas por las lluvias y la cantidad de familias que debieron ir a albergues, durante la emergencia causada por Julia.

Lluvias obligan a diriomeños a evacuar

En Diriomo, el segundo municipio del departamento de Granada que registró mayores afectaciones por el huracán Julia, la población del sector de El Guanacaste tuvo que evacuar el lugar y abandonar sus viviendas debido a que las corrientes amenazaban con llevar todo a su paso.

Además, se reporta que varias comunidades están incomunicadas por la obstrucción de caminos de tierras que se convirtieron en ríos.

En el sector del Palo Quemado, la principal vía que conecta con otros barrios aledaños, se registró derrumbe de tierra y fuertes corrientes.

En el centro de Granada, a la orilla del gran lago de Nicaragua, varias familias pedían ser evacuadas y la presencia de las autoridades municipales ante la amenaza de inundación de sus viviendas, donde habitan niños y personas de la tercera edad.

La Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua, aún mantiene prohibido los zarpes en el Lago Cocibolca desde los puertos Salvador Allende, Granada, Malacatoya, San Carlos y puestos de control de embarcaciones.