Sentencian a 13 años de prisión al ex oficial de la policía que provocó accidente contra médico

A 13 años fue condenado el ex capitán de la policía sandinista Francisco Ramón Flores Donaire, de 40 años por el homicidio doloso en perjuicio del médico Jorge Ernesto Herrera Chávez, a quien mató tras provocar un accidente de tránsito la mañana del 16 de junio en el kilómetro 7.5 de la carretera Managua-Masaya.

Según la acusación que presenta la Fiscalía, el excapitán Flores causó el fatal accidente al conducir en estado de ebriedad y a exceso de velocidad cuando viajaba en una camioneta Hilux, placa M151205, en dirección hacia Masaya.

La sentencia la dictó Ángel Fernández González juez del Juzgado Cuarto de Distrito Penal de Juicio de Managua quien le impuso una pena de 12 años por el delito de homicidio y uno por abandono de personas en perjuicio de Junior Lenin Rugama cuyo vehículo también fue impactado en este accidente y Sonia López Ardón quien iba de pasajera de ex capitán.

Durante el juicio el juez aseguró que las pruebas presentadas por la Fiscalía desvirtuaron el principio de inocencia, que pesa sobre todo acusado.

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“Se demuestra que conducía en estado de ebriedad y a exceso de velocidad”, expresó el juez, tras explicar que a consecuencia de su actuar, además de causar la muerte del médico también puso en inminente peligro la vida de una mujer que viajaba como acompañante y de otro conductor de nombre Junior Lennín Rugama.

Según las pruebas ante el juicio, Flores manejaba a una velocidad de entre 115 y 125 kilómetros por hora, bajo condiciones climáticas adversas y en una zona donde el límite de velocidad que se permite es de 60 kilómetros por hora.

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A la vez en las pruebas se detalla que conducía en estado de embriaguez tras concluir que presenta una concentración de alcohol de 1.47 gramos por litro de sangre.

El juez explicó que se trata de un homicidio doloso y no imprudente, porque el excapitán, sin importarle la vida e integridad física de las víctimas, conducía a exceso de velocidad y en estado de ebriedad, pese a que “sabía del peligro y la ilicitud de su conducta y el perjuicio que podría ocasionar con un accidente”.