Encuentran a dos migrantes nicaragüenses fallecidos en su apartamento en Estados Unidos

Danilo Castro, de 45 años y José González Icabalceta, de 27, dos migrantes nicaragüenses que residían en Charlotte, Estados Unidos, fueron encontrados sin vida el pasado domingo en su apartamento de Woodbend Dr. al norte de esa localidad.

Los nicaragüenses habían sido reportados como desaparecidos ante las autoridades policiales de esa localidad desde hacía una semana por sus familiares radicados en Estados Unidos, quienes tuvieron que movilizarse hasta esa ciudad para buscarlos en el apartamento donde residían.

“Yo me metí por la ventana del cuarto y fui a revisar lo que era el baño, el closet, yo iba caminando hacia la cocina y pensaba que estaban bolos. Yo miré los pies del muchacho que estaban morados, morados y no le vi el rostro. Estaba sentado y acostado a la misma vez”, detalló al medio Proceso Hispano News, la hermana de Danilo Castro.

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La familiar indicó que empezaron a preocuparse cuando un compañero de trabajo de Danilo les comunicó que este no había asistido a su trabajo porque lo habían golpeado. Así mismo, los familiares de José Icabalceta le informaron que de igual manera no habían podido contactar a José.

“Me dijo es que mi hermano alquilaba con él y tiene ocho días que no contesta los teléfonos y mi hermano se comunicaba conmigo diario, así es que yo quiero que me apoye porque yo estoy en Atlanta”, le expresó la familiar de Icabalceta a la hermana de Danilo.

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Policía descarta mano criminal en muerte de migrantes

El oficial Claudio Jiménez, oficial de la Policía de Charlotte Mecklenburg indicó que en la muerte de ambos migrantes no hubo mano criminal puesto que ambos cuerpos no presentaban señales de agresión ni de violencia. No obstante, detalló que se le practicaron autopsias a ambos cuerpos para profundizar las investigaciones sobre las causas de las muertes de los dos nicaragüenses.

Por su parte la hermana de Danilo agregó que una gatita, mascota de su hermano fallecido, al momento de descubrir su cadáver, se encontraba recostada sobre el cuerpo sin vida del migrante nicaragüense, por lo que optó por llevársela a su residencia.

“Yo les dije (a la policía) que yo me la llevaría porque mi hermano siempre quiso que yo me llevara la gatita (…) la gatita estaba encima de su cuerpo y quizás siempre estuvo con él y con hambre”, dijo entre sollozos.