ONU: Meta para acabar con el hambre en 2030 en el mundo está lejos de cumplirse

A juzgar por las cifras estadísticas de los últimos cuatro años, todos los países del mundo están retrocediendo en sus esfuerzos por acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas.

Un informe elaborado en conjunto por varias agencias de Naciones Unidas titulado: El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022, indica que la meta de erradicar en el hambre en el mundo para el año 2030, está cade vez más lejos de cumplirse.

Faltan poco menos de ocho años para el año 2030, plazo máximo fijado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promulgados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre ellos los de erradicar el hambre, sin embargo, los esfuerzos implementados resultan insuficientes ante un contexto más desafiante e incierto.

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De los siete objetivos mundiales de nutrición para 2030, solo la lactancia materna exclusiva y el retraso del crecimiento entre niños menores de cinco años han mejorado desde 2012, según análisis de especialistas de la ONU.

“La intensificación de los principales impulsores de las recientes tendencias de la inseguridad alimentaria y la malnutrición (es decir, los conflictos, los fenómenos climáticos extremos y las perturbaciones económicas), junto con el elevado coste de los alimentos nutritivos y las crecientes desigualdades, seguirán siendo un reto para la seguridad alimentaria y la nutrición”, indica parte del resumen de este informe global.

En su conclusión el estudio señala que la grave situación seguirá así mientras los sistemas agroalimentarios no se transformen y se vuelvan más resistentes y proporcionen alimentos nutritivos de menor coste y dietas saludables asequibles para todos, de forma sostenible e inclusiva.

El estudio plantea que entre 2020 y 2021, unos 4 millones de personas más sufrieron hambre en América Latina y el Caribe.

Este retroceso se produce después de un aumento ya desalentador de 9 millones de personas entre 2019 y 2020, con el número de personas desnutridas alcanzando un total de 56,5 millones en 2021, el 8,6 por ciento de la población regional.

“La situación es extremadamente grave. En sólo dos años, en América Latina, trece millones de personas han caído en el hambre. Y cuatro de cada diez personas viven con inseguridad alimentaria, mientras que todavía tenemos que prepararnos para los impactos de la crisis alimentaria actual, incluida la guerra en Ucrania”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.

El nuevo informe de la ONU señala que, del total de personas con hambre en 2021 (823 millones), más de la mitad vive en Asia, más de un tercio en África, mientras que América Latina y el Caribe concentra el 7,4 % de quienes sufren hambre a nivel mundial.

Según el documento, el Caribe presenta la mayor proporción de población afectada por el hambre en la región (algo más del 16 por ciento), en comparación con alrededor del 8 por ciento en América Central y América del Sur.

Sin embargo, después de una tendencia general al alza del hambre en el Caribe desde 2015, y un aumento preocupante de 2019 a 2020, el hambre se mantuvo sin cambios de 2020 a 2021, aunque aún por encima de los niveles previos a la pandemia.

Inseguridad alimentaria sigue empeorando

El hambre casi se ha duplicado en América del Sur desde 2015, mientras que en el Caribe ha aumentado 2,2 puntos porcentuales y en América Central 0,9 puntos porcentuales desde ese mismo año en adelante.

“Estamos frente a una crisis compleja y de proporciones, que requiere acciones sin precedentes, no solo de los gobiernos sino de todos los actores del sistema agroalimentario regional”, dijo Berdegué.

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Berdegué agrega que “la cantidad de personas en situación de inseguridad alimentaria en la región sugiere que el problema ya no se limita a grupos sociales que han vivido en la pobreza durante mucho tiempo; la inseguridad alimentaria ha llegado a las ciudades, y a decenas de miles de hogares que antes no la habían vivido”.

Impacto de la guerra en Ucrania

En cuanto a los impactos de la guerra en Ucrania, las simulaciones contenidas en el estudio sugieren que, bajo el escenario de choque moderado, el número global de personas desnutridas en 2022 aumentaría en 7,6 millones de personas, mientras que este aumento ascendería a 13,1 millones de personas por encima de las estimaciones de referencia, bajo un escenario de choque más severo.

Para América Latina y el Caribe, al 2022, esto significaría un aumento de 0,62 por ciento en el número de personas desnutridas en la región – 350 mil personas – bajo el escenario de choque moderado, y de 1,13 por ciento – 640 mil personas – bajo el escenario de choque más severo.

El informe es una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).