Recuperan joyas hurtadas por nicaragüense a una anciana en España
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La Guardia Civil recientemente logró recuperar todas las joyas de generaciones familiares de una anciana española, las cuales fueron hurtadas por una nicaragüense, quien fue contrata para cuidar a su víctima por un mes mientras era asistida en un centro médico en la isla de Mallorca, según informó un medio local.
La señora de 90 años, madre de un reconocido político de Mallorca, se encontraba internada en un centro hospitalario, por lo cual sus hijos contrataron a la nicaragüense por un determinado tiempo para que asistiera a la anciana en sus necesidades prácticas.
La familia de la víctima nunca sospechó que la ciudadana robaría las prendas a la anciana, pues siempre mostró un excelente servicio y humanismo a su trabajo. Sin embargo, todo acabó cuando una sobrina sorpresivamente visitó a la anciana y se enteró que estaba sola en la habitación.
“Se extrañó y buscó a la chica contratada, que no apareció por ningún sitio”, narró el medio español.
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Aparentemente, la nicaragüense robó las joyas una noche anterior cuando se disponía a dormir a su víctima, a quien le pidió que se quitara las prendas antes de acostarse en la cama. La mujer aprovechó para esconder todas las alhajas generacionales, algunas de gran valor. Dejó sola a la anciana en la habitación y abandonó su trabajo para tomar un vuelo hacia Nicaragua sin que nadie se enterara.
“Huyó a su país y los hijos de la víctima denunciaron a la fugitiva ante la Guardia Civil. Durante este tiempo, los agentes de la comarca de es Raiguer han realizado múltiples gestiones y, por fin, han conseguido localizar a la acusada”, agregó.
La nicaragüense trasladó hasta el país centroamericano todas las joyas de largas generaciones de la anciana, entre las que destacan pulseras, anillos, medallas y colgantes, mismos que ya han vuelto a manos de su dueña en una caja precintada.
Según las investigaciones, al principio la mujer negó haber sustraído las joyas de valor, pero al verse acorralada terminó aceptando el delito y decidió devolverlas con “una amiga que regresaba a la isla”.