Papa Francisco: “¡En nombre de Dios detengan esta masacre!”

El Papa Francisco emitió este segundo domingo de Cuaresma un nuevo y contundente llamado pidiendo por la paz y el cese de la guerra en Ucrania, luego de haber rezado la oración del Ángelus junto a los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.

Tras haber rezado el Ángelus dominical, el Santo Padre dijo que no hay razones estratégicas que valgan ante la barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos en Ucrania y que lo único que hay que hacer es poner fin a la inaceptable agresión armada, antes de que reduzca las ciudades a cementerios.

“Acabamos de rezar a la Virgen María”, dijo el Santo Padre en su alocución en la Plaza de San Pedro.

El Alto Jerarca recordó que esta semana la ciudad ucraniana que lleva su nombre, Mariupol, se ha convertido en una ciudad mártir en la desgarradora guerra que asola a este país.

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Ruega por el fin de la guerra

El Papa Francisco expresó el dolor que siente en su corazón y unió su voz “a la del pueblo común que implora el fin de la guerra”.

“En nombre de Dios, que se escuchen los gritos de los que sufren y que cesen los bombardeos y los ataques. Que haya un enfoque real y decisivo en la negociación y que los corredores humanitarios sean efectivos y seguros. En nombre de Dios, les pido: ¡Detengan esta masacre!”, aseveró.

De igual manera, el Pontífice volvió a hacer su llamado a la acogida de los numerosos refugiados, “en los que Cristo está presente” y dio gracias por la gran red de solidaridad que se ha formado.

Pidió a todas las comunidades diocesanas y religiosas que aumenten los momentos de oración por la paz y los momentos de oración por la paz.

“Dios es sólo Dios de la paz, no es Dios de la guerra y los que apoyan la violencia profanan su nombre. Ahora recemos en silencio por los que sufren y para que Dios convierta los corazones en una firme voluntad de paz”, dijo el Sumo Pontífice.

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Finalmente, el Papa saludó a todos los romanos y peregrinos llegados de Italia y de diferentes países, en particular, a los fieles de las diócesis de Nápoles, Fuorigrotta, Pianura, Florencia y Carmignano; así como a la delegación del Movimiento No Violento.

“Les deseo a todos un buen domingo -concluyó Francisco- y, por favor, no se olviden de rezar por mí”, expresó.