Economía de Nicaragua “en las manos de Dios”: Ovidio Reyes espera que inflación baje en 6 meses

El papel aguanta todo, señala un reconocido refrán y es precisamente de lo que se encarga el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, quien por órdenes del dictador Daniel Ortega, maquilla las cifras oficiales y en sus informes habla de una evolución positiva de la economía, de crecimiento de la actividad económica y del empleo, así como de indicadores financieros estables y un sector público con finanzas sanas.

Sin embargo, la realidad refleja un país donde a las familias nicaragüenses cada día se les hace más difícil comprar los productos alimenticios que componen los 53 productos de la canasta básica, donde reina la falta de oportunidades laborales y abunda cada vez más el  desempleo y aflora el empleo informal.

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El propio presidente del BCN, Ovidio Reyes, en una comparecencia este martes ante la asamblea legislativa al servicio del régimen de Ortega, admitió que los nicaragüenses se enfrentan a una economía con una inflación que ya ronda el 11.59%, la cual no sólo es la más alta en la historia del país, sino la más elevada de toda Centroamérica.

Al referirse a las expectativas sobre la actual inflación, Reyes en su gran imaginación confía en que esta “se reduzca y finalice en un rango de entre 5% y 6%… ya los precios de los principales productos internacionales han comenzado a descender, entre ellos el petróleo, así como el de los alimentos, por lo que esperamos (sin explicar cómo), que la inflación nacional se modere a partir del primer semestre del 2023”.

“El país ha tenido que enfrentar el fenómeno inflacionario global, el cual se ha traspasado a los precios nacionales haciendo que la inflación nacional sea principalmente de naturaleza importada”, expresa Reyes al justificar el alto precio de los alimentos en la economía de Nicaragua.

Reyes dijo en su argumento que aún “las principales economías del mundo presentaron en el 2022 elevados precios derivados de la pandemia del Covid y los bancos centrales reaccionaron subiendo las tasas de interés para moderar el gasto, incluyendo a nuestro país”.

El presidente del BCN, destaca que las medidas y políticas internas han atenuado las presiones inflacionarias, particularmente la decisión de mantener un subsidio generalizado a los precios de la gasolina, diésel y gas butano.

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Sin embargo, eso en la práctica es completamente falso, porque lo que no dice Reyes es que desde el 7 de abril del 2022, Ortega ordenó congelar el precio de todos esos combustibles en su pico histórico más alto, y desde entonces los consumidores se ven castigados, pagando por el segundo combustible más caro de Centroamérica, solo después de Costa Rica.