“Nunca imaginé el precio de casi 1 dólar por una libra de frijoles”, dice ama de casa en Nicaragua

La señora Juana Gómez, una ama de casa del barrio Ducualí, del sector oriental de Managua, no salía de su asombro, tras visitar el mercado El Periférico, al conocer el elevado precio de los frijoles, un alimento básico en la dieta de las familias en Nicaragua.

“Desde la semana que estuvieron las lluvias, yo no venía a comprar al Periférico; pero me acuerdo que la última vez el precio estaba a 23 córdobas la libra de frijoles, pero ahora es una barbaridad, a 33 córdobas una libra de frijol chile, que es el que ocupamos para el gallo pinto”, expresa doña Juana.

PUEDES LEER: Ortega no lo ve, pero informe del PNUD revela: Casi 1 millón de nicaragüenses en pobreza multidimensional

Esta habitante de uno de los barrios orientales de Managua dice que la carestía de la vida llega a niveles que jamás pensó imaginar, y lamenta que también otros productos de consumo básico estén en alzas constantes.

“Yo ya le dije a mis hijas que están en Costa Rica que lo que mandan ya no alcanza para la comida de sus hijos. A mí me dan una pensión de 1,500 córobas y con eso no compro ni completo mi medicamento, pero es una barbaridad, es una grosería, yo nunca imaginé el precio de casi 1 dólar por una libra de frijoles, el queso a casi 100 córdobas por libra, el aceite para cocinar carísimo, todo la verdad”, expresa doña Juana.

Cabe mencionar que el tipo de cambio actualmente en Nicaragua es de 36 córdobas por 1 dólar.

Por su parte los comerciantes en los mercados de El Periférico, Roberto Huembes y el Oriental ofertan en 33 córdobas la libra de frijol chile y en 32 córdobas la libra del frijol rojo; y explican que los vendedores de estos granos que llegan en camiones a vendérselos, les alegan que los precios se dispararon por causa del huracán Julia, pero ese argumento no los convence.

“Siempre hay una mafia en todo esto que se aprovecha de la situación, siempre que ocurre un fenómeno como huracán o inundaciones por lluvias fuertes, terminan diciendo lo mismo, que se perdieron las cosechas, que los caminos se dañaron, que ahora hay una plaga de esto o de lo otro, pero lo peor es que el gobierno que habla de amor y de vivir en paz y armonía no mueve un pelo por ayudar a las familias pobres, a ellos no les falta la comida en sus mesas”, expresa un comerciante del mercado Roberto Huembes que pide el anonimato para que no tomen represalias contra él.

Varios productores de cooperativas agrícolas y agricultores individuales de la zona de Masaya, Carazo y Matagalpa consultados por Nicaragua Actual, negaron que las lluvias hayan ocasionado pérdidas en los cultivos de frijoles, y más bien creen que se trata de pequeños grupos de comerciantes que con la bendición del gobierno de Daniel Ortega acaparan el producto y se aprovecha de la situación.

“Aquí en la zona de La Concha por ejemplo, no tuvimos afectaciones por las lluvias en los cultivos de frijoles, es verdad que llovió bastante, pero no al punto de dañarnos nada, ni de desbaratar los caminos, si en Managua los frijoes llegaron a 33 córdobas debe ser porque alguien se está aprovechando y de eso hay gente del gobierno que está bien sabida pero no les hacen nada porque ellos mismos se lo permiten”, dijo el agricultor Justino Rizo.

MÁS NOTICIAS: Mossi promete a Ortega conseguir US$500 millones del BCIE para revivir el puerto de Bluefields

Pulperías dan menos frijoles cocidos por 20 pesos

Habitantes de los barrios María Auxiliadora y San Cristóbal del sector oriental de Managua comentan que desde esta semana empezaron a notar que en las pulperías les dan menos cantidad de frijoles cocidos por 20 córdobas.

“Antes comprábamos 10 pesos, pero ahora solo desde 20 córdobas te dicen que venden y cada vez están dando menos frijoles cocidos, por eso para poder darle de cenar a una familia de seis o siete personas ya no se puede con 20 pesos, por lo menos son 30 a 40 cordobas los que se necesitan, solo para hacer el gallopinto de la cena”, asegura la señora Carmen Pérez, habitante del barrio San Cristóbal.