Detienen a tres sacerdotes por hablar de monseñor Álvarez en sus homilías

Los sacerdotes Erick Ramírez Velásquez, de la parroquia de Telpaneca, municipio del departamento de Madriz, y Adalí Carrasco, de la de Ciudad Antigua, de Nueva Segovia, fueron detenidos por agentes de la Policía Sandinista por varias horas, después que estos concluyeran sus actividades religiosas este fin de semana.

Los agentes al servicio de la dictadura, llegaron a llevárselos y se conoció por los mismos feligreses, que los liberaron horas después. Según testigos de las detenciones, los oficiales les recordaron que “hay actividades prohibidas, como prohibido es mencionar en sus homilías el nombre de monseñor Rolando Álvarez”, condenado por la dictadura sandinista a 26 años y 4 meses de cárcel por negarse a ser desterrado, junto a otros 222 presos políticos, el pasado jueves 9 de febrero.

El sacerdote Adalí Carrasco fue liberado primero y ya al caer la noche de ese mismo domingo, liberaron al párroco Erick Ramírez Velásquez.

El tercer religioso detenido es el fray italiano Damián Muratori, quien fue sacado este lunes de la casa cural de San Rafael del Norte y trasladado a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) en Managua, en donde está retenido y en riesgo de ser expulsado de Nicaragua.

La detención del religioso se produjo a menos de 24 horas después que mostrara su apoyo a monseñor Rolando Álvarez durante la misa celebrada este domingo por Muratori en el Santuario de Tepeyac.

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En el pueblo indígena de San Lucas, también del departamento de Madriz, agentes policiales asediaron el templo en donde celebraba la misa el padre Juan Amílcar Lazo Rivera este fin de semana. Los oficiales de la Policía Sandinista llegaron después que el sacerdote se refiriera a las palabras del Papa Francisco sobre el encarcelamiento del obispo Álvarez.

“Desacatar prohibiciones es cárcel”

Según fuentes de la diócesis de la iglesia católica en Estelí y de feligreses católicos de Telpaneca y Ciudad Antigua, los agentes policiales amenazaron a varios ciudadanos que reclamaron por las detenciones de los lideres religiosos. “Desacatar las prohibiciones, es cárcel”, dijeron amenazantes los agentes de Ortega.

“Esto es demasiado, primero prohíben procesiones y ahora quieren controlar las homilías, ¿Hasta dónde hay que aguantar a esta gente?”, cuestionó uno de los feligreses.

Uno los sacerdotes que recién fue nombrado en el equipo de trabajo que organizó el padre Frutos Constantino Valle Salmerón, Administrador “Ad Omnia” para la Diócesis de Estelí, indicó que saben que las misas que ofician sus hermanos sacerdotes en cada una de las parroquias de los 27 municipios que conforman la diócesis de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, son constantemente vigiladas por equipos de inteligencia del gobierno y del partido en el poder.

“La noche (del domingo) en que fue detenido el padre Erick Ramírez Velásquez cortaron la energía eléctrica en todo el poblado de Telpaneca y, según nos dijeron algunos vecinos, estos vieron unas camionetas con policías a bordo que llegaron al templo con las luces apagadas y luego salieron apresurados. Creo que el apagón fue para que no viéramos, ni nos diéramos cuenta cuando sacaron a la fuerza a nuestro sacerdote”, afirmó otro poblador de esa localidad.

En los templos católicos, la feligresía y los sacerdotes realizan oraciones “casi en secreto” por la salud y por la libertad de monseñor Álvarez, debido a que las misas son vigiladas por gente del gobierno que asisten a ellas vestidas de civil.

Siguen a sacerdote e intimidan a su ayudante

La Policía Sandinista, ha estado intimidando y hostigando al sacerdote Juan Amílcar Lazo Rivera y al ciudadano Dimas Moreno, un estrecho colaborador del templo católico del poblado del municipio indígena de San Lucas, en Madriz.

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En la misa del domingo, el padre Lazo Rivera se lamentó por lo que atraviesa el obispo Álvarez y pidió oración por el líder religioso encarcelado por el gobierno Ortega Murillo. “Las cosas cambiarán algún día”, dijo el religioso durante su homilía.

“Estas amenazas a los sacerdotes ya se están volviendo intolerables y vamos a explotar un día, juegan con la paciencia de la gente. Olvidan que un pueblo no necesita tener armas escondidas para acabar con una injusticia, explota y ya”, advirtió una ciudadana católica que condenó los actos intimidatorios de la policía del régimen.