Tras petición de prueba de vida, dictadura autoriza visitas a familiares de presos políticos

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo autorizó este fin de semana que los presos políticos de El Chipote en Managua, pudieran recibir visitas de sus familiares, tras los dramáticos llamados urgentes de las familias que ya pedían una prueba de vida de los detenidos, de quienes no tenían ninguna noticia desde hace 84 días.

MÁS NOTICIAS: Colectivo de derechos humanos rechaza ola represiva y capturas arbitrarias de Ortega

Con esta serían 11 las visitas que la dictadura permite en un año a los familiares de las más de 50 personas presas políticas que se estima están encarceladas en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial conocida como El Chipote, mientras que el restante de prisioneros de conciencia purgan condenas políticas en los diferentes penales del país.

Familiares de varios reos políticos confirmaron a diferentes medios de comunicación que las visitas iniciaron el sábado 19 de noviembre y continuará este domingo 20, y se conoció que a un primer grupo de familiares le notificaron en horas de la noche del viernes, es decir a solo pocas horas antes de la visita.

Incomunicación es una forma de tortura

Un segundo grupo recibió la llamada el sábado por la mañana, a quienes les dijeron que pueden presentarse este domingo para visitar a sus parientes detenidos, mientras que otros familiares están a la espera de la confirmación del día de visita.

La prolongada incomunicación y aislamiento a la que son sometidos los reos, se considera una forma cruel de tortura principalmente por el severo daño psicológico y emocional que padecen, y que violan las Reglas Mandela denuncian diversas organizaciones de derechos humanos y familiares de los presos políticos.

MÁS NOTICIAS: A la CEN le preocupa crisis en Nicaragua pero olvida que Monseñor Rolando Álvarez lleva 105 días secuestrado

Hace cuatro días los familiares de los presos políticos expresaron en un comunicado que temen por las vidas de sus prisioneros ante las condiciones inhumanas en que los mantienen.

En ese comunicado también reiteraron su demanda de que les permitan hacerles visitas cada 15 días cómo lo ordena la ley, con presencia y participación de hijos e hijas menores y con necesidades especiales así como acceso a llamadas telefónicas, videollamadas y correspondencia como fotografías, dibujos y cartas que incluyen a familiares en el exterior.