La tristeza de San José de Cusmapa por el cierre de los centros de la Fundación Familia Fabretto

Reportaje de Despacho 505

El viernes 11 de febrero, doña Mildred regresó a su casa con una profunda tristeza. Desde hacía 12 años cocinaba para los niños y adolescentes que llegaban a uno de los centros de la Fundación Familia Fabretto, en San José Cusmapa, Madriz. Ese día la administración le entregó una carta de despido. Le explicaron que la decisión se hacía en cumplimiento a una comunicación que habían recibido de Managua: “Les ordenaban liquidar” para hacer entrega de todo.

La aceptó y firmó. Le dijeron que si el régimen de Ortega y Murillo, aceptaba dejar a la administración actual, la carta quedaba sin efecto y que la esperaban al lunes siguiente. Dos de sus hijos recibían reforzamiento y comían en el centro. “No sólo era mi trabajo de años, me ayudaba en la comidita de los niños”, dice a DESPACHO 505.

Cuando supo que los comunitarios dejarían uno de los centros que no había sido intervenido ni cerrado, para darle pase a las negociaciones, tuvo un mal presentimiento.

“El lunes amanecí como con una opresión en el pecho”, relata.

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Era la primera vez en años que no se afanó para hacer las cosas en la casa porque no iría a su trabajo, tampoco enviaría los niños al reforzamiento. “Lo que pasó después lo presentí, para esta comunidad el centro era importante, era nuestra vida. Yo misma fui fabretista, estudié ahí pues”, dice a punto del llanto.

Asunción es padre de cuatro niños. Militante del Frente Sandinista la mitad de su vida. Se siente traicionado. Asegura que en el caso de San José de Cusmapa, no hay alguien que no haya amanecido hoy con sentimientos encontrados. “Aquí hay mucho sandinismo y fiel oyó, pero esto no era así, hay inconformidad en todos lados”, señala. “Ignoraron a los compañeros, no los oyeron”, acusa.

Ante esta situación, los donantes fueron muy claros: si los centros pasan a manos del Estado, no enviarán ayuda. En San José de Cusmapa, en Madriz, este miércoles amanecieron con la sensación de que poco más de 2 mil niños y cerca de 36 familias, lo han perdido todo. Y eso sólo en ese centro.

El martes último trascendió la noticia en todo el pueblo que el gobierno mandó a decirles que el centro, que antes pertenecía a la Asociación Familia Fabretto, sería entregado a las autoridades del Ministerio de Educación (Mined) “a las buenas o a las malas” y que la administración pasaría a manos de quienes sus “operadores políticos” designados para recibirlo, lo decidan.

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San José de Cusmapa era uno de tres centros que hasta hace unas horas no había sido “arrebatado”, debido a que el viernes último, familias enteras llegaron a sus instalaciones y amenazaron con resistir, “cuerpo a cuerpo”, la toma de las instalaciones. Varias patrullas de la Policía Orteguista que llegaron al lugar debieron irse al verse superado en números y ánimos.

Las familias volvieron a sus casas con la promesa de locales que militan en el partido Frente Sandinista, que el régimen negociaría con los administradores, priorizando el beneficio de las comunidades. Pero los engañaron, solo ganaban tiempo para desmovilizar a los comunitarios, dijo a DESPACHO 505, un familiar afectado.

ERAN 54 MIL NIÑOS BENEFICIADOS EN 9 CENTROS

La semana pasada la Asamblea Nacional, controlada por el orteguismo, aprobó cancelar la personería jurídica a la Fundación Familia Fabretto, bajo el argumento de que el Ministerio de Gobernación, encargada de regular el funcionamiento de las organizaciones no gubernamentales, encontró “anomalías” en sus informes de estados financieros y de operación. Con esa misma estrategia, el régimen ha anulado decenas de oenegés y confiscado sus bienes. Una de las últimas intervenciones fue contra seis universidades privadas.

En el caso de la Fundación Fabretto, varias familias, identificadas como sandinistas, intentaron infructuosamente convencer al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de no tomar las propiedades. Largas horas de reuniones que iniciaron el lunes, terminaron con lo que los pobladores calificaron la peor noticia en los últimos 40 años.

“Han destruido el alma de este pueblo, aquí la familia Fabretto es eso, el alma”, dijeron.

La organización fundada en 1948, por el misionero salesiano y sacerdote Rafael María Fabretto, contaba en la actualidad con nueve centros educativos y de formación social en Estelí, Madriz, Ocotal, Somoto, Managua y Granada. Según sus directivos, apoyaban con reforzamiento escolar a alumnos y capacitaciones a sus maestros en 440 escuelas públicas.

En la comunidad Quebrada Honda de Madriz, por ejemplo, mil niños recibían de la Fundación reforzamiento y merienda. En Somoto, el beneficio era para mil 500 escolares y otros mil 500 en Ocotal, en Granada y San Juan de Oriente y sus comunidades aledañas, la fundación beneficiaba a 15 mil 200 niños. En San Isidro de Bolas, en Managua, el Centro Educativo semirural atendía a unos 750 estudiantes. En las zonas rurales además del reforzamiento y el servicio de biblioteca, los niños y adolescentes recibían capacitación para mejorar el trabajo en huertas y parcelas de sus familias.

Del centro de San José de Cusmapa, 2 mil 500 niños de varias escuelas recibían reforzamiento y cerca de 200, alimentación complementaria. Unos 60 maestros de educación inicial y 27 de primaria se formaron allá. Según el portal electrónico de la institución, los escolares beneficiados llegaban a 54 mil 648 en todo el país.

“DONANTES SE IRÁN”, LAMENTAN POBLADORES DE CUSMAPA ANTE EL CIERRE DE LA FUNDACIÓN FABRETTO

A criterio de los comunitarios, la propuesta que hicieron los directivos era el mejor camino para las familias beneficiadas. No parecen confiar en que los centros sean mejor manejados por la dictadura, ello pese a que sería para algunas familias “su propio gobierno”.

Explicaron que habían pedido que al menos cuatros centros entre ellos, el de San José de Cusmapa, pasara a ser administrado por Fabretto Children’s, pero también a esta organización le cancelaron el número perpetuo el miércoles.

«Dijeron que no. No pensaron en los donantes…se irán”, advierte.

La ilegalizada Fundación Familia Fabretto trabajaba en alianza con el Ministerio de Educación (Mined) y el Ministerio de la Familia, (Mifam) otra de las razones que molesta a los comunitarios, porque creen que debió “haber alguna consideración”. “Personal de la Fundación siempre les colaboró”, aseguró un poblador que pide hablar en anonimato por miedo a ser perseguido.

“Si algo quería el Mined, o el Ministerio de Salud, aquí estábamos los fabretistas listos para apoyar a nuestra comunidad y lo sabían bien. ¿Por qué esta acción? No se entiende”, se lamentó. El hombre que estuvo activo en las pasadas elecciones a favor del voto orteguista, dice “no creer lo que están pasando”.

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“Son más de 50 años de la misión Fabretto aquí. Esto no tiene nombre, es atropellar a la gente, a los niños. Aquí hay familias que dependían del trabajo de ahí, es que toda la comunidad, duele y arrecha que se la tomen, así sea un Gobierno como este, yo respeto, pero esto no señor”, dice.

La iglesia Católica ha llamado a la comunidad a mantener la calma. “Nos han dicho que hay que rezar, esperar, pero a como dijimos antes, creo que ya no basta rezar”, sentencia.