Madre presenció asesinato: su hija fue ultimada por su ex cónyuge en Alajuela, Costa Rica

La nicaragüense Marisol Rodríguez Cordero, de 40 años de edad, fue asesinada por su ex cónyuge tico, de apellidos Solera Anchía, de 28 años, en la Colonia Puntarenas en el cantón de Upala, provincia de Alajuela, en Costa Rica, el lunes 27 de mayo.

Según la investigaciones, el femicida Solera Anchía, irrumpió violentamente en la casa de la infortunada y la golpeó en la cabeza con una piedra y luego la acuchilló en diferentes partes de su humanidad.

Medios locales informaron, que en un intento por salvarle la vida la mujer, fue trasladada a un hospital, donde lamentablemente falleció.

Rodríguez Cordero, nació en 1984 en la comunidad La Primavera en El Tuma-La Dalia, departamento de Matagalpa en Nicaragua, pero desde los 12 años de edad vivía en Costa Rica.

La Fuerza Pública de Costa Rica, informó que a través del Sistema de Emergencias conocieron que la nica había sufrido heridas de arma blanca y golpes, pero al llegar al sitio les indicaron que había sido trasladada al Hospital de Upala, donde pereció.

El sujeto luego del crimen huyó, por lo que las autoridades iniciaron un operativo de búsqueda, hasta capturarlo en un piñal, donde se escondía.

Según lugareños, la connacional era estilista y dejó a tres hijos en la orfandad, uno lo procreó con el victimario.

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Madre presenció como el individuo acabo con la vida de su hija

Berthilda Cordero, de 65 años, mamá de la víctima dijo, que ella presenció el momento en que el hombre le quitó la vida a su hija a golpes y con el arma blanca.

El ataque ocurrió cuando Solera Anchía, irrumpió en la vivienda de Marisol y le dijo: “usted sabía que esto iba a pasar”, y luego el sujeto prosiguio a golpearla con una piedra y la acuchilló hasta asesinarla en el corredor de la vivienda.

Marisol y Solera Anchía, estaban separados, lo único que los unía era la hija menor. La mujer había acudido a instancias judiciales para pedir que el sujeto no se le acercara, debido a que ya no lo aguantaba, pero él la acosaba y buscaba.

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Las autoridades costarricenses detallaron, que el femicida tenía medidas cautelares por violencia doméstica contra la matagalpina, sin embargo, eso no fue suficiente.

La pinolera tenía varios hijos, pero con Solera Anchía, solo tenía una niña de un año y 7 meses que ahora está en manos del Patronato Nacional de la Infancia, mientras se determina a cuál de los familiares de ella le será entregada la custodia.