Jóvenes de AUN: destierro de Monseñor Herrera es sacrilegio y un crimen de lesa humanidad
Monseñor Herrera fue desterrado por denunciar el acoso y hostigamiento del que ha sido víctima por las autoridades municipales de Jinotega.

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Jóvenes que integran la Alianza universitaria Nicaragüense (AUN0 manifestaron en un comunicado conjunto que el destierro del obispo de la diócesis de Jinotega, Monseñor Carlos Herrera de forma arbitraria y clandestina sigue evidenciando la persecución de la cual es víctima la Iglesia Católica por parte de la dictadura Sandinista.
Daniel Ortega y Rosario Murillo quienes han perseguido encarcelado y desterrado a más de 50 sacerdotes en los últimos años y a tres obispos monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y Estelí; y monseñor Isidora Mora, obispo de Siuna, mientra que a Monseñor Silvio Báez lo obligaron a exiliarse en un intento por desaparecer la fe y el derecho a la libertad religiosa en Nicaragua.
Monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de Jinotega y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua fue detenido y luego desterrado la noche de este miércoles hacia Guatemala por órdenes de Rosario Murillo y Daniel Ortega.
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Esta acción represiva ha surgido después que el pasado 10 de noviembre en la santa eucaristía dominical tildó de “sacrílego” al alcalde sandinista de Jinotega Leónidas Centeno por interrumpir la santa misa con alto volumen en unos parlantes que colocaron frente a la catedral de la ciudad.
Ese día, antes de iniciar la santa eucaristía, monseñor Herrera pidió perdón por este sacrilegio cometido por los sandinistas.
“La persecución no es más que un acto cobarde contra la fe, el sincretismo y la determinación del pueblo nicaragüense. Quienes resisten en esperanza las artimañas de una dictadura decadente, vengativa y llena de odio”, manifestó la organización.
Añadieron que se solidarizan “con los fieles, el amado pueblo de Dios, quienes hoy además de experimentar la separación familiar por la persecución política”. También lamentan la separación de sus pastores y amigos religiosos.
Solidaridad con monseñor Herrera
Por su parte, el líder estudiantil y excarcelado político Yubrank Suazo, se solidarizó con el obispo Herrera “quien ha sido una voz firme en llamar a la convivencia, al encuentro entre los nicaragüenses, pero sobre todo ha sido un defensor de la dignidad humana. Nos solidarizamos con toda la diócesis de Jinotega, su clero, laicos, religiosos y el pueblo nicaragüense que vive día a día un calvario producto de esta brutal represión en contra de todos aquellos que claman por justicia, libertad y democracia”.
Agregó que pretender callar la voz de los obispos es querer silenciar la voz del pueblo, “que es la misma voz de Dios”.
Byron Estrada, también líder estudiantil y exreo político, considera que la medida de la dictadura sandinista es una violación a los derechos humanos y un crimen de lesa humanidad negarle a un ciudadano nicaragüense el derecho a su país y a la libertad de expresión.
“Desterrar o desnacionalizar es un acto inhumano, injusto, es un delito. Nadie puede privar de su libertad a un ser humano simplemente por decir la verdad que lo están ‘molestando, hiriendo’ e irrespetando la santa eucaristía”, expresó Estrada.
Con estas acciones, el opositor señaló que la dictadura intenta meter miedo en los nicaragüenses para hacerles ver que “nadie puede meterse con ellos”, porque tendrán como consecuencia la cárcel o el destierro.
Por otro lado, la opositora Samantha Jirón prevé que los destierros y desnacionalización van a continuar porque Ortega lo que está haciendo es una limpieza de todos aquellos que considera como “traidores a la patria” a todos aquellos que hablen en contra del régimen.