Santa Sede denuncia la represión religiosa en Nicaragua ante la ONU
El arzobispo Paul R. Gallagher aseguró que el Papa León XIV tiene en cuenta la situación de Nicaragua.

Paul R. Gallagher, secretario de la Santa Sede ante Naciones Unidas, durante su discurso en la LXXX Asamblea General de Naciones Unidas. 29 de septiembre, 2025.
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El arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario de la Santa Sede ante Naciones Unidas, denunció la represión religiosa que vive Nicaragua bajo la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo en su discurso ante la LXXX Asamblea General del organismo supranacional el lunes, 29 de septiembre.
En su intervención, pronunciada en nombre del Papa León XIV, Gallagher enfatizó la urgencia de promover la paz, la justicia y la verdad en un mundo fragmentado por conflictos, desigualdades y crisis globales, llamando a una cooperación multilateral renovada.
Ahondando en la promoción y defensa de los derechos humanos, Gallagher aseguró que “la Santa Sede está prestando atención cercana a la situación en Nicaragua“, esperando “que la libertad religiosa y otros derechos fundamentales de individuos y sociedad, sean adecuadamente garantizados”.
Este mensaje había sido transmitido a un grupo de religiosos nicaragüenses, exiliados todos ellos por la dictadura, cuando renovó sus nombramientos a finales de agosto. “La Santa Sede reitera la necesidad de un compromiso sincero, respetuoso y constructivo en diálogo dirigido a encontrar soluciones que fomenten paz y armonía en el país“, agregó el religioso.
Las relaciones entre Ciudad de El Vaticano y la dictadura sandinista llevan años en tensión constante.
El régimen rompió relaciones con la Santa Sede tras obligar al entonces nuncio, Waldemar Stanislaw Sommertag, en 2022, y desde el estallido social de 2018 mantiene una postura hostil contra la Iglesia católica, reprimiendo la mayoría de expresiones de religiosidad pública y atentando contra religiosos.
Más de 260 religiosos, incluido el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Carlos Enrique Herrera, han sido expulsados del país por motivos políticos, según documenta el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragu Nunca Más. Se trata del periodo de represión religiosa más intenso desde la Primera Dictadura Sandinista en la década del ’80.