“La situación de la iglesia católica en Nicaragua continúa siendo adversa”, dice Martha Patricia Molina

La Iglesia católica de Nicaragua celebra el inicio de la Cuaresma en medio de interrogatorios, visitas parroquiales y casas curales, además de la presencia de CPC en las misas oficiadas por obispos o sacerdotes de la institución religiosa.

Después del destierro de 19 sacerdotes nicaragüenses a Roma, pareciera como que en la iglesia católica ha regresado a la paz, pero lo cierto es que la Policía Sandinista continúa persiguiendo, hostigando y asediando lo templos para evitar la celebración de actividades religiosas dentro y fuera de los templos.

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La abogada e investigadora de temas religiosos, Martha Patricia Molina, denunció que efectivos policiales y miembros de la “Seguridad del Estado” visitan las parroquias y la viviendas donde habitan sacerdotes para tomar fotos y videos de los templos y las misas. “…no se sabe que buscan pero su actitud es «como que buscaran armas o bombas»”, alertó.

“Los presbíteros también están siendo víctimas de amplios interrogatorio en donde se les preguntaba de sus preferencias sexuales, de la cantidad de hombres y mujeres que tienen, entre otras preguntas abusivas”, denunció la abogada.

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También, los policías sandinistas les piden entregar los libros parroquiales y cualquier otro documentos que demostraran los títulos, propiedades e inmuebles, según para incluir en la lista de confiscados como los más de 7 mil organismos sin fines de lucro desmanteladas.

La iglesia católica de Nicaragua continúa siendo diesmada por la pesada mano de una dictadura que ha escalado su opresión a niveles insospechados a través del espionaje, difamación, encarcelamientos, vetos migratorios, confiscaciones y destierro.