Obispo Sándigo recibe aval de la dictadura para realizar procesión de La Merced en León

Entre filarmónicos, pólvora, cantos y aplausos, este pasado 25 de septiembre la venerada imagen de Nuestra Señor de La Merced, patrona de León, visitó las principales calles de esta ciudad con un largo recorrido procesional que le fue autorizado al obispo de esta diócesis, monseñor René Sándigo, quien es fuertemente criticado por su cercanía a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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Este domingo, a diferencia del año pasado, la diócesis de León logró celebrar a la también patrona de la sancionada Policía, Nuestra Señora de La Merced, mientras las parroquias del país viven el asedio, la persecución y la violación a los derechos religiosos al prohibírseles salir de los templos y acompañar a la feligresía, como es el caso de Masaya, donde la Policía sandinista negó el permiso para que San Jerónimo saliera en procesión.

Este año, la imagen de Nuestra Señora de La Merced recorrió las calles acompañada de el Benemérito Cuerpo de Bomberos, alumnos y banda rítmica del Colegio Salazans de León,  desde las 12:00 del mediodía hasta casi las 12:00 de la medianoche que regresó a su templo. El majestuoso recorrido procesional destacó por la devoción de los fieles católicos quienes adornaron las calles con preciosos altares marianos y, con cantos y aplausos, recibieron la visita de la patrona de León.

León y Managua favorecidos con permisos para procesiones

Desde que, en agosto pasado la ciudad de Managua celebró a su patrono Santo Domingo de Guzmán con el permiso del régimen sandinista, las críticas no cesan. La feligresía reclama por la negativa de la dictadura sobre los permisos para realizar procesiones en las demás parroquias del país donde la Policía ha declarado “iglesia por cárcel” las celebraciones religiosas.

En el caso de León, el obispo Sándigo ha recibido innumerables críticas por su “complacencia” con el régimen sandinista y la sancionada Policía, al considerársele cercano a la pareja dictatorial de Ortega Murillo y el comisionado represor de León, Fidel Dominguez.

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El año pasado Nuestra Señora de La Merced no salió de su santuario en León por negativa de la Policía en un contexto en el que imperaba la represión en contra de la iglesia católica con detenciones constantes de sacerdotes y muchos otros religiosos que se vieron obligados al desplazamiento forzado, además de la expulsión de Nicaragua de decenas de congregaciones de monjas.