Murillo anuncia asueto con goce de salario el 1 y 10 de agosto para la ciudad de Managua

- Prensa Nicaragua Actual
- Nicaragua Actual
La vocera sandinista, Rosario Murillo, anunció que los próximos días 1 y 10 de agosto, para la ciudad de Managua, serán asuetos con goce de salario en ocasión a las fiestas patronales en honor a Santo Domingo de Guzman. El régimen orteguista avaló la ejecución de estas celebraciones a diferencia de los demás municipios del país donde la Policía ha prohibido las procesiones, e incluso, quemar pólvora.
“Hay un comunicado también referido a las fiestas de Santo Domingo. Estamos hablando del municipio de Managua. Y la Ministra del Trabajo propone en base al artículo 67 del Código del Trabajo, feriados con goce de salario, asuetos con goce de salarios el 1ro y el 10 de agosto”, dijo Murillo en su alocución de este mediodía.
LEA TAMBIÉN: Dictadura obliga abandonar el país a sacerdote con más de 50 años de servicio en Matagalpa
“Esto lo está el Comandante Daniel autorizando para que se publique y se haga efectivo”, añadió la funcionaria sancionada.
En estos casos, el Artículo 67 del Código del Trabajo “establece como días de asueto remunerado en la ciudad de Managua el uno y diez de Agosto, y en el resto de la República el día principal de la festividad más importante del lugar según la costumbre”.
Es por ello, que en horas de esta tarde se espera que el Ministerio del Trabajo (Mitrab) emita un comunicado -avalado por los dictadores- para ordenar que los días 1 y 10 de agosto sean asuetos con goce de salarios solamente para el municipio de Managua.
Régimen aprueba fiestas patronales de Managua
Recientemente, Boanerges Carballo, párroco de la iglesia Santo Domingo en Las Sierritas, Managua, afirmó que “gracias a las negociaciones y acuerdos con la Alcaldía”, controlada por el sandinismo, será “posible” celebrar al Santo Patrono de los capitalinos.
LEA TAMBIÉN: Ortega Murillo destituyen a Bosco Castillo Cruz como Ministro asesor para tecnologías e innovaciones productivas”
El anuncio se da en medio de abusos y agresiones directas de la dictadura en contra de la iglesia católica, y en un contexto de represión al prohibir en la mayoría de las parroquias en los distintos departamentos del país, las procesiones y otras actividades religiosas en ocasión a sus fiestas patronales.